tag:blogger.com,1999:blog-7290684029110853552024-03-23T11:13:36.814+01:00Palabras como souvenirCristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.comBlogger183125tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-28335488188165082242018-01-21T11:52:00.000+01:002018-01-21T11:52:15.837+01:00Cosas que hacer si vives sola y estás de bajón<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="660" src="https://2.bp.blogspot.com/-Unhg3U6gvmg/WmRteOzH5cI/AAAAAAAAHMs/4onCL5IkQFAX-hirlvaYQsHlMVb6zULKACLcBGAs/s1600/tumblr_nnn4eyt1al1qg9kado1_1280.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://abrittann.tumblr.com/image/150055000101" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
1. La primera, y la más obvia, es <b>salir de casa</b>. Ya sea a dar una vuelta, a una cafetería que te guste o simplemente a hacer la compra. Pero no siempre apetece salir de casa, así que aquí van las demás.</div>
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<br /></div>
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2. <b>Limpiar</b>. A mí me funciona. Tener la casa recogida y oliendo a limpio me relaja, pero es el proceso lo que me ayuda a distraerme de lo que me esté provocando el bajón o de la propia sensación. Si es con música, mucho mejor (para eso creé <b><a href="https://open.spotify.com/user/missleiton/playlist/0hQke2RieUkqcS5jx6eXAh?si=mYcMq7mfTNCoI1UYUonWvA" target="_blank">mi propia lista de reproducción</a> </b>que nunca me falla).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3. Hacer <b>yoga</b>. Sí, soy la típica que se compró una esterilla de yoga que se pasó meses sin estrenar, pero vivir sola me ha dado la oportunidad de centrarme un poco más en mí misma, y el yoga ha sido todo un descubrimiento. Ya sea algo relajante con estiramientos o algo más intenso que te haga sudar la gota gorda (sí, el yoga cansa, <i>believe it or not</i>), a mí me ayuda a despejar la mente y, además, a sentirme mejor conmigo misma. Dos pájaros de un tiro.</div>
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<br /></div>
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4. <b>Cocinar</b>. Quien me conozca un poquito sabrá que estudiar cocina es la gran espinita clavada en mi corazón, pero a pesar de que tengo claro que algún día me apuntaré a algún curso, vivir sola no solo te obliga a cocinar, sino que te da la oportunidad de probar cosas nuevas. A veces te tienes que poner creativa con lo poco que tienes en la nevera, pero otras, en cambio, te puedes permitir buscar una receta rica, comprar los ingredientes justos y lanzarte a la aventura.<br />
<br />
5. Cuidar las <b>plantas</b>. Cuando me pudé a mi pisito lo primero que hice fue adoptar plantitas. Siempre se me ha dado fatal cuidarlas y que no se mueran, así que compré tres cactus. Menuda <i>cobarde</i>, tía. Así que nada, le eché narices a la cosa y me compré tres plantas más, de esas que sí necesitan más de un poco de agua cada 3 semanas, y la cosa no ha ido mal del todo. Las tengo un poco pochitas, pero no se me han muerto, que es lo que importa.<br />
<br />
6. Permitirte un <b>baño</b> relajante. Para esto hay que tener bañera, y yo, por suerte, la tengo. No me gusta malgastar agua, así que los baños los dejo para una vez al mes. Normalmente los domingos por la tarde-noche, cuando ya queda poco para cenar e irte a dormir porque sabes que toca trabajar al día siguiente. Nada mejor que cerrar los ojos y meter las orejas debajo del agua para olvidarte de todo, incluso de ese bajón que te atormenta.</div>
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<br />
7. <b>Cambiar la decoración </b>o la distribución de los muebles. En mi caso no es que tenga mucho espacio para mover muebles, pero siempre entretiene pensar cómo se vería esa vela ahí, o esa foto en ese mueble o esas luces en esa pared en vez de ésta otra. Lo importante son los cambios, que por pequeños que parezcan, consiguen que algo más grande cambie. A mí me funciona.<br />
<br />
8. <b>Películas</b>. Pero, oye, no te pongas a ver el dramón del siglo porque es lo último que queremos; busca películas que sepas que te hacen feliz, que te dejan ese calorcito en el pecho, que ya hayas visto. No queremos sorpresas, ¿eh? Que ya ha pasado eso de ver una película porque el título y el cartel prometían comedia romántica y haber acabado con los mocos hasta la barbilla de tanto llorar. No, no, no. Mis opciones de bajón son siempre <i>Orgullo y prejuicio</i>, <i>Anastasia</i> y <i>Notting Hill.</i><br />
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<br /></div>
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🏠</div>
<i><br /></i>
¿Y vosotros qué hacéis cuando acecha ese bajoncito y no queréis salir de casa? No hace falta que viváis solos, es simple curiosidad. Esto es lo que me funciona a mí, pero estoy segura de que hay mil maneras de afrontar esos momentos sin salir de casa. ¡Espero leeros! (Y sí, he vuelto otra vez. ¡<i>Viva</i>!)</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com30tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-85880597667167523332017-11-11T20:08:00.002+01:002017-11-11T20:08:39.155+01:00El blog se ha hecho mayor, y yo también<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="381" data-original-width="660" src="https://2.bp.blogspot.com/-yiJUzxUtwCg/WgdIhAxi2cI/AAAAAAAAHLA/7vcvE8DrSG4A4crA3BT3aQG00QEbYN2-gCLcBGAs/s1600/12-800x544.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.thisisjanewayne.com/news/2011/12/07/fotografie-jillian-marleen-becker-kurzinterview/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
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Resulta que esta semana este blog cumplió 7 años y ha sido la primera vez que no he publicado nada para celebrarlo. Y no os voy a mentir, podría decir que no he tenido tiempo (que sería verdad, en parte), pero la realidad es que no me he acordado hasta ahora. Eso me ha hecho pensar en lo abandonado que te lo tengo, e inmediatamente he pensado en subir una entrada diciendo cómo lo echo de menos, pero sería volver a lo de siempre: escribir algo diciendo que voy a volver a este rincón para inmediatamente abandonarlo durante 6 meses más.</div>
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Ha sido entonces, cuando he vuelto a hacer click en el icono de la barra de marcadores que para mí significa <i>hogar</i> en estos mundos virtuales, cuando me he dado cuenta de que es la magia de este rincón: puedo volver a él cuando quiera, porque siempre será mi casa. Solo tengo que quitarle un poco el polvo, encender una luz cálida y empezar a teclear.</div>
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<br /></div>
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Ay, siete años. Madre mía. ¿Sabéis cuántas cosas han pasado en estos 7 años? Empecé y terminé la carrera, me he mudado más de cinco veces (incluso a otro país), me han roto el corazón dos veces y por fin he conocido a la persona con la que quiero estar. También me he cortado el pelo mil veces, lo he querido largo mil veces más y nunca estoy contenta con la maldita medida, aunque siempre acabo recogiéndolo en un moño, así que no sé de qué te estás quejando, Cristina, déjalo ya.</div>
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<br /></div>
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Lo que quería deciros, creo, es que Palabritas se ha hecho mayor, y yo con él. De pronto me he visto con un trabajo de verdad, viviendo sola y, básicamente, aprendiendo a ser una adulta responsable. Y dejadme que os diga que a pesar de ser una experiencia maravillosa, tendría que venir con un libro de instrucciones. </div>
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Nadie te avisa de que tendrás que poner lavadoras a las 11 de la noche porque justo antes de irte a dormir te acuerdas de la poca ropa que te queda limpia. Tampoco te avisan de lo rápido que se acumula el polvo en los muebles, las pelusas en las esquinas y los vasos en el fregadero. Nadie te avisa, tampoco, de que quedarte mirando la nevera fijamente no va a hacer que se llene sola de cosas ricas y que no cuestan dinero.</div>
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Pero hacerse mayor me está gustando mucho, y que este rinconcito crezca conmigo... También.</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-9956352507160126012017-08-25T12:03:00.000+02:002017-08-25T12:03:32.491+02:00Tras tantos cambios se me hace raro volver<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" data-original-height="489" data-original-width="660" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHHxthLWXnqP7mYIqJ-huf0X-mzlwGTcSEGAGpi6te75k3f3ts9xYmGgtwxL2vKnMT6D1Ami2q7QgTOA5qbawDHWU80euh-8SljVYUd52spezlGxcpCVOYYNFB-cCAhPAkns4y1KCwJKc/s1600/842595cef5e42964f8841374efb5e183.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://es.pinterest.com/pin/443393525793931677/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
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Parece que siempre que vuelvo a Palabritas es porque ha habido un gran cambio en mi vida, y esta vez no es la excepción. Aunque, si os soy sincera, puede que éste sea uno de los más grandes, y es que me he mudado a vivir yo sola por primera vez. Nada de compartir piso, nada de vivir en casa de mis padres, nada de nada: solo yo, unas cuantas paredes, velas y plantas. Y lo que está por venir.</div>
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Nunca pensé que iba a tener tantos cambios en mi vida. Hasta los 15, el único gran cambio que había tenido fue mudarme de BCN a un pueblo (con todo lo que eso implica: nueva casa, nuevo colegio, nuevos amigos). Pero en cuanto llegó segundo de bachillerato, junto con muchos cambios personales que no me apetece recordar, vino el primer gran cambio: me mudé a Barcelona de nuevo, pero sin mis padres, para terminar el bachillerato. Si lo pienso bien, fue la primera decisión importante que tomé por mí misma. A partir de ahí no hice más que cambiar... Allá va: un año en Barcelona en el bachillerato nocturno + un curso viviendo en la universidad + 2 años viviendo en un piso compartido en Barcelona + medio curso en casa de mi abuela + medio curso en un piso compartido + 4 meses viviendo en Oxford + 9 meses viviendo en casa de mis padres pero trabajando en Barcelona. Y ahora, por fin, vivo sola.</div>
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<br /></div>
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Me he mareado solo de recordar todos los tumbos que he dado en los últimos 6 años, y si me pongo a pensarlo en serio la verdad es que no me arrepiento de ninguno de ellos. Ya sabéis, lo típico que se dice, "de todo se aprende", "somos las decisiones que tomamos", blablabla. Puede ser. Yo solo sé que estoy segura de que no será el último cambio, o al menos eso espero. Una le coge el gusto a esto de las nuevas experiencias, a pesar de tener que lidiar con la ansiedad que le producen los cambios.</div>
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<br /></div>
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En otro orden de cosas... Quiero volver a Palabritas, de verdad que sí, pero cada vez me cuesta más encontrar temas de los que escribir. Me apetece muchísimo, no quiero que este rinconcito se llene de polvo de nuevo, pero a veces tengo la sensación de que ya ha pasado su momento, que ya nadie se pasa por aquí, que a nadie le interesa lo que tengo que decir por escrito. ¿Pero sabéis qué? Que empecé esto para mí, y voy a seguir haciéndolo para mí.</div>
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Y ahora un brindis, por los cambios 🥂</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-29966671454983831812017-06-13T19:53:00.000+02:002017-06-13T19:53:07.635+02:00Big Little Lies <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh1XHZL2fvkJPH0chC9Gv5FGwx9dM9ibbmuqL7oXuy7-fMdGdefHMvProbWEE28hjeKp5MEWUzh6gLpoPf9EDSWinDHumWYJQ7smVyZMLX0dP6di3etCdoifmwbsKtgvNuY_WPPLVZSF4/s1600/bllhome.jpg" /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hace ya mucho que terminé de ver <i>Big Little Lies</i> y sabía que tenía que hablaros de ella. Porque debéis verla. De verdad, si os fiáis aunque sea un poquito de mi criterio, tenéis que darle una oportunidad. Por fin se nos ofrece una serie sobre mujeres sin ser únicamente <i>para</i> mujeres, y la historia se nos presenta desde una mirada femenina, y no masculina, como estamos acostumbrados ya a ver. Pero no os dejéis engañar: la serie habla de muchos temas, a cuál más importante: relaciones abusivas, maternidad y machismo, entre otros, siempre con un tono oscuro pero esperanzador.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Esta es la historia de tres mujeres: Madeline Mackenzie, Celeste Wright y Jane Chapman. Madeleine es una mujer fuerte, divertida y apasionada que recuerda todo y no perdona a nadie. Celeste es el tipo de mujer hermosa que hace que todo el mundo se detenga a mirarla, algo que sabe aprovechar a la perfección. Por último, Jane es una madre soltera que es tan joven que a menudo es confundida con una niñera. Celeste y Madeline son las únicas que apoyan a Jane y la convencen para que lleve a su hijo a la misma guardería donde van los suyos. </div>
<div style="text-align: justify;">
Todo parece ir bien hasta que, casi sin darse cuenta, sus vidas va cambiando poco a poco y se ven envueltas en asuntos como la infidelidad, la violencia doméstica, el acoso escolar e, incluso, el asesinato. Aunque ninguna de ellas lo sabe, la llegada de Jane y su hijo ha cambiado algo que afectará a toda la ciudad y ellas no tendrán más opción que esconder un oscuro secreto que amenaza con destruirlas.</div>
</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que más me sorprendió a lo largo de los capítulos fue el feminismo que iba abriéndose paso sin alzar la voz, simplemente mostrando situaciones desde un punto de vista en el que las mujeres tienen voz para contar su propia historia. El feminismo en la relación de las mujeres de la serie no es perfecto: entre ellas hay celos y competitividad, pero acaban aprendiendo a ayudarse las unas a las otras. El instinto de "estamos juntas en esto, contra algo más grande que nuestras diferencias" está cada vez más latente, y en el último capítulo, cuando por fin descubrimos quién ha muerto y cómo, este sentimiento llega a su punto máximo. Además, por fin se nos muestra cómo son las amistades entre mujeres, que son, nada más y nada menos, que amistades normales y corrientes, y no como suelen mostrarse en la ficción (demasiado sentimentales, artificiales y, sobre todo, enfocadas a hablar sobre los hombres de la historia). Aquí encontramos a tres amigas que son capaces de cualquier cosa para ayudarse y defenderse del machismo y los abusos que sufren.<br />
<br />
Otro aspecto que me llamó la atención fue que las mujeres de la historia pertenecen a una clase alta. Viven en casas enormes y lujosas a pie de playa y conducen coches que seguramente valen todo mi sueldo de un año, pero eso no las hace inmunes a los abusos, al machismo y a la misoginia que las rodea. Por eso llama la atención ver a mujeres en la ficción cuyas tramas no giran en torno a satisfacer a los hombres de su alrededor, sino a su amistad y cómo les ayuda a enfrentarse a los problemas. El miedo<br />
<br />
En cuanto al montaje, forma parte del encanto de la serie. Es una <span style="font-size: x-small;">MARAVILLA</span>. No puedes apartar la vista de la pantalla porque corres el riesgo de perderte detalles esenciales a la hora de entender a los personajes o conocer partes de su pasado y su presente. Hay pequeños flashes, momentos, recuerdos que aparecen apenas dos segundos, sin sonido ni sentido, tal cual aparecen algunos pensamientos en nuestra mente sin avisar y que nos tienen pensando "por qué he pensado en eso de pronto". No es más que otra manera de hacernos entrar en la mente de los personajes y entenderles un poco más, pero se hace de manera tan sutil que llega a formar parte de la esencia de la serie sin que te des cuenta.<br />
<br />
Solo cuenta con una temporada, ya que se trata de la adaptación de una novela autoconclusiva, así que no tenéis que preocuparos de esperar por la continuación. De verdad, creo que no os arrepentiréis. Big Little Lies me ha parecido una serie muy importante, interesante y original en cómo se acerca a ciertos temas. ¡No os olvidéis de decirme qué os ha parecido si os animáis a verla!</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-31118113216108770582017-04-15T08:41:00.000+02:002017-04-15T08:41:57.043+02:00Desayuno en Júpiter (Andrea Tomé)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ3p93EhxTKV4A6bPaB3UMvN5EwS80gBW9t6yHfVv0Sy74e8JTxGjOyK2nTDTeN2EfShCEENChMhSeL-3g7D8_TH6DPgNB8lYn2O0hVyaPn6fuP8yjwiM1YyDQg8L_417jLrUKrWM7hME/s1600/desayuno.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ3p93EhxTKV4A6bPaB3UMvN5EwS80gBW9t6yHfVv0Sy74e8JTxGjOyK2nTDTeN2EfShCEENChMhSeL-3g7D8_TH6DPgNB8lYn2O0hVyaPn6fuP8yjwiM1YyDQg8L_417jLrUKrWM7hME/s320/desayuno.jpg" width="202" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay algunos libros que adoro por diferentes razones: algunos me gustan por los personajes, otros por la estructura narrativa, otros por la narración. Otros, simplemente, porque me entretienen y la historia me gusta. Pero a veces, muy pocas veces, me encuentro con una novela que lo tiene todo para pasar a formar parte de mi lista de favoritos, y <i>Desayuno en Júpiter</i> lo ha conseguido, poco a poco y con buena letra.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47;">Cuando Ofelia y Amoke se conocen, sus mundos parecen completamente contradictorios. Ofelia es el caos, la apasionada por la astronomía que ha suspendido la Selectividad y que pasa su año sabático en Gales con su padre, vendiendo mermelada orgánica, cazando liebres con su amigo Harlon y tratando de encontrar su propósito en la vida.<br />Amoke es el orden, una solitaria y responsable estudiante de Biología que pasa todo el tiempo que no está en la universidad cuidando de su hermano Tayo y leyendo libros de Charles Darwin. Lo único que Ofelia y Amoke tienen en común son Virginia Wonnacott (una excéntrica y ermitaña novelista de noventa y dos años), la Asociación Hiraeth (una peculiar ONG) y la sensación de no tener una vida completa.<br />Cuando Virginia Wonnacott le ofrece trabajo a Ofelia como su asistente personal, los mundos de estas dos chicas se juntan. Mediante discusiones, libros de segunda mano, cartas y WhatsApps de madrugada, Ofelia y Amoke se entrelazan en un viaje para encontrar un futuro que no sabían que existía y descubrir los sentimientos de la una hacia la otra.</span></blockquote>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Empecé a querer a Amoke y a Ofelia sin darme cuenta, casi sin querer. Las dos protagonistas se alternan la narración y el cambio de narrador no te saca en ningún momento de la historia, sino que le confiere un ritmo que contrasta con la lentitud (y no lo digo de manera negativa, sino todo lo contrario) de la historia y la evolución de los personajes y sus historias. Ofelia es dulce, valiente y divertida, y habla sin parar aunque ella siente que no dice nada importante. Amoke, en cambio, es tímida, calmada y le cuesta hablar con la gente, por lo que prefiere escribir. Se encuentran la una a la otra en el lugar y el momento perfecto, destinadas (si uno cree en el destino) a hacerse amigas y convertirse en el lugar seguro de la otra, dando pie, poco a poco y de una manera tan tierna y de verdad, a algo más.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero también quiero hablaros de los otros personajes. Harlon, con sus secretos, sus liebres y sus miedos, que se ha convertido, creo, en mi personaje favorito de la novela. La señora Wonnacott, una escritora a las puertas de la muerte que decide contratar a Ofelia para escribir su biografía, que ha sido, quizás, la parte de la narración que más especial me ha parecido y que más me ha emocionado. También pienso en Lisandro y su sentido del humor, en Tayo y su fortaleza, en Jimmy Race y su sonrisa, que tan poco me cuesta imaginar.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Ojalá existiese una palabra que definiese la certeza de que tu alma y tus huesos están hechos de magia, noche y libertad.</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<i>Desayuno en Júpiter</i> no solo me ha sorprendido, sino que se ha quedado en mi corazón por muchas razones. Sigo pensando en los personajes, en todo lo que se dice entre líneas, en todo el mundo que se crea alrededor de la historia, que es todo tan orgánico y nada sobra, todo importa, y que incluso tiene colores en mi cabeza. He aprendido tantas cosas, y me ha hecho pensar en tantas otras, que solo puedo agradecerle a Andrea por su talento y su valentía. Si os fiáis un poquito de mí, dadle una oportunidad a esta novela. Es tan especial... Ay. Tenéis que conocer a estos personajes y dejaros llevar.</div>
</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-15394177389445497242017-02-05T16:14:00.002+01:002017-02-05T16:14:44.032+01:00Me he comprado una planta de plástico<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-aQuni0xOVY8/WJc-XZ07hlI/AAAAAAAAHFQ/Zs2mwcsG-bQcvDZ68Bmm-w9F69yuAREDwCLcB/s1600/D4252461-7715-4937-AD67-52161AD6D69A.jpg" /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Se llama Katharine. Por Katharine Hepburn, uno de los amores de mi vida aunque yo lo confundiera con admiración en su momento. En fin, las cosas de la vida, que de pronto te das cuenta de algo y todo cambia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero a lo que iba. Me he comprado una planta. Es de plástico porque las de verdad se me mueren. Se me da genial cuidar de niños: en el trabajo les enseño inglés y juego con ellos, y cuido de los más pequeñitos, cambiándoles y asegurándome de que están bien. Pero es que las plantas no lloran, ni sonríen, y acabo olvidándome de cuidar de ellas. Por eso Katharine es de plástico.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y a qué venía todo esto? Se me va la cabeza... Ah, sí, espera, ya me acuerdo. Que estoy triste. Por cosas mías, tampoco las voy a contar por aquí o por ningún sitio, pero no lo estoy pasando bien. Lo bueno es que ya empiezo a estar triste solo a ratos, y cada vez es menos difícil encontrar cosas por las que estar bien, sonreír o bailar. Por ejemplo, el otro día fui a ver <i>La La Land</i>, y ayer volví a verla, y hacía muchísimo que no era tan feliz en una sala de cine. La primera vez salí destrozada, pero la segunda salí tarareando y queriendo bailar a la salida. Y es que no todos los días ves la que se convierte en tu película favorita, por varios motivos, pero ahí está.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me estoy reconciliando con Internet poco a poco. Empezaremos por este rinconcito, que tengo abandonado y que al parecer ya casi nadie lee, pero eso no es motivo para dejar de escribir. Porque Palabritas es, principalmente, para mí. Y si alguien quiere leer y comentar, adelante, pero si nadie lo hace... Es una pena, pero yo voy a seguir. Porque es mío, y para eso está. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y qué más? Ay, eso, que se me olvidaba. Que estoy en una de esas épocas en las que me conozco tan poco que no me apetece hacer cosas que llevaba mucho planeando con emoción. Como ver a mis amigos, o escribir, o empezar proyectos nuevos. Y es que no me gusta que la gente me vea así, y prefiero dejar que pase el tiempo hasta poder estar un poco mejor. ¿Tiene sentido? No lo sé. Ah, y llevo desde finales de 2016 leyendo únicamente novelas de Nora Roberts porque es lo único que me apetece en este momento, y no voy a obligarme a hacer otra cosa porque eso sería tratarme mal, y eso no voy a hacerlo más. Si necesito finales felices, eso buscaré. Y si la Roberts me los da, bienvenida sea.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y vosotros, ¿cómo lleváis el 2017? Mi cabeza sigue en el 2015 y cuando me preguntan cuántos años tengo me sigue saliendo 20 en vez de 25, pero supongo que eso se arreglará cuando pasen unos meses más.</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-36403616762186546002017-01-14T11:53:00.000+01:002017-01-14T11:55:26.649+01:00Afrontar el fuego (Nora Roberts)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-w7Jp3l7lyM4/WHIluuGeYtI/AAAAAAAAHC8/HI1kbNsPNbswy_RB-CcTGX6cm_NYNIT3wCLcB/s1600/33541400.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-w7Jp3l7lyM4/WHIluuGeYtI/AAAAAAAAHC8/HI1kbNsPNbswy_RB-CcTGX6cm_NYNIT3wCLcB/s320/33541400.jpg" width="210" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Ay, mi madre. ¿Y ahora qué hago? He estado casi tres semanas sumergida en esta trilogía, enamorándome de sus personajes y su isla para ahora tener que decirles adiós, y no estoy preparada. Voy a echar tanto de menos a Nell, Ripley y Mia, a la isla de Tres Hermanas, a Zack, Mac y Sam, a Lulú, los acantilados, la magia... Jo, estoy triste. Dejadme.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Mia Devlin sabe demasiado bien lo que significa querer con toda el alma y ver marcharse al amor de su vida. Años atrás, ella y Sam Logan estuvieron unidos por un lazo trenzado de pasión, leyenda y destino. Pero un día él huyó de Tres Hermanas dejándola sumida en el recuerdo y la renuncia.<br />
Una década después Sam regresa a la isla con el firme propósito de recuperar a su antiguo amor. A pesar de su aparente frialdad, Mia no puede negar que la llama de la pasión sigue viva. Pero no es el único reto que sobreviene desde el pasado. Mia tiene que afrontar el mayor desafío de su vida. Su destino y el de Tres Hermanas deben de cumplirse. Ella y Sam deben unir sus fuerzas para vencer definitivamente a la oscuridad.</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
La tercera entrega, <i>Afrontar el fuego</i>, se ha convertido en mi favorita. Y no porque la historia de Mia y Sam me guste más que las otras dos, sino porque en ésta no se centra tanto en su relación, sino que ésta es una parte más de la historia principal de la trilogía que va desarrollándose de manera secundaria en las dos primeras novelas: la maldición de la isla, la decisión de Mia y el futuro de todos ellos y del círculo.</div>
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<br /></div>
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En cuanto a la relación de Sam y Mia, me ha encantado que no sea algo nuevo —no se conocen al principio como las otras dos parejas—, sino que se trata de un reencuentro, un amor joven e intenso que fue demasiado para Sam y que le llevó a cometer el error de dejar la isla y a Mia hace ya diez años. Siguiendo con la misma línea de los dos anteriores, el personaje masculino me ha gustado muchísimo. Sam tiene sus virtudes y sus defectos, pero está dispuesto a todo para recuperar a Mia y conseguir su perdón, a la vez que se enfrenta a las decisiones del futuro y las garras de la gente que quiere a Mia, que tampoco están dispuestos a dejar que vuelva a destrozarla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, lo que más me ha gustado de la novela es la magia. En ella vemos muchos más conjuros, conocemos más la historia de la isla, de la maldición, de cómo funcionan los poderes del círculo. Nora Roberts nunca describe bien la magia, pero la muestra de una manera delicada y poderosa, y eso es lo mejor de todo. Que la magia forma parte de la isla y, por lo tanto, de los personajes y de la historia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si os gusta la Romántica, no me cansaré de recomendaros esta trilogía. Me ha hecho sentir como en casa, emocionarme y querer mudarme a Tres Hermanas para trabajar en la librería de Mía, probar las sopas de Nell y perderme en el bosque. Lo bueno es que solo tengo que volver a abrir la primera novela para volver, siempre que quiera.<br />
<br />
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Las 3 <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/search/label/Isla%20de%20las%20Tres%20Hermanas"><b>reseñas</b></a> de la trilogía</div>
<div style="text-align: right;">
<i>Afrontar el fuego</i> en <b><a href="https://www.goodreads.com/book/show/33541400-afrontar-el-fuego" target="_blank">Goodreads</a></b></div>
</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-54401552896364455652017-01-06T22:37:00.001+01:002017-01-06T22:46:27.115+01:00Cielo y tierra (Nora Roberts)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-xcs7iIdxSSg/WHANpgaRA6I/AAAAAAAAHCE/ZGf3JTsA1GY5d9P7ymrL8dswkbtTg0anACLcB/s1600/33541348.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-xcs7iIdxSSg/WHANpgaRA6I/AAAAAAAAHCE/ZGf3JTsA1GY5d9P7ymrL8dswkbtTg0anACLcB/s320/33541348.jpg" width="210" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Leería todos y cada uno de los libros de esta historia si en vez de 3 fuesen 50. De verdad. No sé si es la atmósfera, la isla que tan clara tengo en mi cabeza, la magia o los personajes, pero estoy en un estado de enamoramiento absoluto con esta trilogía. No quiero que se acabe. Fin.</div>
<div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Ripley Todd solo aspira a llevar una vida apacible en su isla natal de Tres Hermanas. Su trabajo como ayudante del sheriff la satisface y tampoco tiene problemas para relacionarse con los hombres. Pero hay algo que la inquieta: los poderes especiales que posee y que, aunque lo intente, no es capaz de controlar.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando el carismático MacAllister Booke llega a la isla para hacer una investigación sobre brujería, queda inmediatamente impactado por los centelleantes ojos verdes de Ripley. Fascinado por la lucha interior que esta mantiene con sus extraordinarias habilidades, intentará ayudarla a que acepte su destino. Aunque antes Ripley deberá enfrentarse al dolor y al peligro que sobrevendrán desde un pasado remoto.</div>
</blockquote>
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Si lo mejor del primer libro, <i><a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/2016/12/baile-en-el-aire-nora-roberts.html" target="_blank">Baile en el aire</a></i>, fue Nell, lo mejor de esta segunda parte, para mí, ha sido Mac. El científico de lo paranormal, torpe y encantador, inteligente y sincero, que llega a Tres Hermanas arrastrado por la curiosidad pero, sobre todo, por un instinto que no entenderá hasta llegar allí. Y después está Ripley, la ayudante de Zack en la comisaría, la bruja que se niega a aceptar lo que es pero que tendrá que hacerlo. Y es precisamente esa negación la que ha construido una coraza a su alrededor, porque Ripley es demasiado frágil cuando se trata de la magia, y ella lo sabe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<div style="text-align: justify;">
La historia de estos dos es maravillosa. Juntos son divertidos, tiernos y pasionales, aunque Ripley se niegue a aceptarlo y haga todo lo posible por frenarlo. Su historia de amor, junto a la continuación de la trama principal de la trilogía sobre la maldición y las tres hermanas, hacen de <i>Cielo y tierra</i> una novela que me ha dejado con ganas de más. Más, más y más. Más de Zack y Nell, los protagonistas de la primera novela, que siguen apareciendo pero como secundarios. Más de Mia, que protagoniza la tercera y última novela. Más magia, más oscuridad, más poder. Más de Nora Roberts, al fin y al cabo, que es lo que siento siempre cuando leo alguna de sus novelas.<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
Las 3 <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/search/label/Isla%20de%20las%20Tres%20Hermanas"><b>reseñas</b></a> de la trilogía</div>
<div style="text-align: right;">
<i>Cielo y tierra</i> en <b><a href="https://www.goodreads.com/book/show/33541348-cielo-y-tierra" target="_blank">Goodreads</a></b></div>
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Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-31232609110504593762016-12-30T16:27:00.001+01:002016-12-30T16:27:50.099+01:00Cristina del 2017: esto es lo que tienes que hacer<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-grkf2vNEiVs/WGZ7mqrW1SI/AAAAAAAAHBo/iyncFMjUAnwZrzKCJEzi4awT7ONVHkLHQCLcB/s1600/il_fullxfull.651998321_gz0i.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.thedaintysquid.com/2014/09/friday-favorites-279.html" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">1. </span></b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>Bebe más agua</b></span>. Asegúrate de que bebes 2 litros mínimo al día. Lleva siempre agua encima. <span style="font-size: x-small;">BEBE AGUA, CRISTINA</span>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">2.</span></b> <b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Rebaja los cafés a 2 máximo al día</span></b>. Sabes que bebes demasiado y que a veces dependes de la cafeína para estar lo más despierta posible, y así solo consigues que haga menos efecto y cada vez necesites más cantidad al día para que funcione. Lo que me lleva a...</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">3. </span></b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>Duerme</b></span>. Descansa todo lo posible. Ya no vale eso de "un capítulo más antes de meterme en la cama". No. 8 horas mínimo, porque te levantas a las 6 para ir a trabajar y después tu día se resume en arrastrarte pensando en dormir o en café. Y eso sí que no. Así no se vive.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>4.</b> Del <b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">tema libros</span></b> ya me he encargado yo poco a poco este 2016, pero tu objetivo es seguir así. Y me refiero a no volver a pensar en la lectura como una obligación. Lee lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Si no te gusta o apetece un libro, déjalo; ya volverás a él. Qué más da. No tienes que reseñar todo lo que lees, solo lo que te apetezca. </div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">5. </span></b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>Camina más</b></span>. Te encanta, lo sabes, pero desde que no vives en Barcelona ya no caminas tanto como solías hacerlo. Tampoco te vuelvas loca, ya sabes que cuando estás triste te da por caminar para no pensar y acabas pateándote Barcelona durante horas sin parar, y tampoco es eso. Que nos conocemos, y sabes que no fue buena idea lo que pasó el pasado enero. Relee el punto 3 y hazme caso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>6. </b></span><b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Organízate mejor.</span></b> Yo lo he intentado este año y creo que poco a poco lo vamos consiguiendo. Ahora te toca a ti seguir. No dejes la agenda, y si escribes algo, cúmplelo. O inténtalo, pero no la dejes olvidada. Es tu gran aliada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">7. Ve más al cine.</span></b> Incluso si tienes que ir sola, hazlo. Sabes que te gusta, y no pasa absolutamente nada. No dejes de lado el cine, siempre te ayuda de alguna manera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">8. Deja de agobiarte con escribir</span></b>. Sabes que si lo haces, nunca terminarás nada. Pero eh, tampoco pasa nada si no terminas alguna de las historias porque lo importante es escribir y que disfrutes haciéndolo. Si algo no sale, pues no sale, Cristina, deja de agobiarte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-weight: bold;">9. </span><span style="font-family: inherit;">Bueno, no.</span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-weight: bold;"> </span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>Si te agobias, no pasa <i>nada</i></b></span>. No tienes que controlar la ansiedad, pero tienes que aprender a no dejar que ella te controle a ti. Forma parte de lo que eres, ya lo sabes, pero ella no manda. Simplemente tienes que ir conociéndola poco a poco y, de paso, conocerte a ti misma. Yo lo he intentado y no es fácil, pero confío en ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">10. </span></b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"><b>Va a doler, y lo sabes</b></span>. 2017 va a doler, pero intenta sacar algo bueno. No ignores el dolor, sino todo lo contrario: aprende de él. Transformarlo en algo bueno puede ser lo mejor que consigas el año que viene. Y si no puedes, no pasa nada. Te lo repito: <span style="font-size: x-small;">NO-PASA-NADA</span>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">11. Sé más responsable con el mundo que te rodea</span></b>. He comprado una copa menstrual, espero de verdad que te funcione y que así ayudes al planeta y a ti misma. Seguro que te hace sentir mejor saber que no te estás dejando una millonada en tampones y que, además, le estás haciendo un favor al medio ambiente y a tu propio cuerpo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">12.</span></b> <b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Sigue formándote</span></b>. Lee sobre feminismo, escucha, ve. Habla con otras mujeres, admíralas, aprende de ellas y de lo que tienen que ofrecer. Conviértete en una mujer más preparada para enfrentarse al mundo y ayuda a otras a hacerlo; inspíralas tú también.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">13.</span></b> <b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">Las redes sociales no son nada.</span></b> Si decides volver a Twitter, hazlo. No pasa nada. Lo mismo con el canal. Tú sabes por qué he decidido irme, por qué no puedo ahora mismo. Por qué me hacía daño seguir allí. Ha sido mi decisión, pero tú puedes cambiarlo si quieres y te apetece. Te cedo las responsabilidades, ya sabes. Al fin y al cabo, tú serás yo, pero no todavía. Seguimos en 2016.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">14. No pierdas la esperanza</span></b>. Por favor, por favor, por favor, no seas como yo. Intenta cambiar eso. Siempre queda algo de esperanza, y no es nada tonto sentirlo así. Y si eres tonta, pues lo eres y ya está. Repito que no pasa nada. De verdad. Te lo prometo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Espero de corazón cuando llegue el final del 2017 puedas decirle a la Cristina de 2018 que estás orgullosa de tu año y que le dejas a ella seguir adelante. No sabes lo bien que siente dejarlo todo a la Cristina del año siguiente. Porque todas somos una, y menuda una, ¿eh? Qué desastre, pero qué valiente, también. Por seguir. A duras penas, pero seguimos. <i>Sigo</i>.</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-53671651828331962982016-12-28T22:49:00.002+01:002017-01-06T22:45:48.482+01:00Baile en el aire (Nora Roberts)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-1XAv6qvgQEA/WGQyKmSCp8I/AAAAAAAAHBA/wpARhmjy8yMIKcNlmJyb2Y4HaSl_C-BawCLcB/s1600/EP339384.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-1XAv6qvgQEA/WGQyKmSCp8I/AAAAAAAAHBA/wpARhmjy8yMIKcNlmJyb2Y4HaSl_C-BawCLcB/s320/EP339384.jpg" width="210" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Si leer Romántica es ese pueblecito acogedor al que me escapo siempre que necesito confort, Nora Roberts es la casita con chimenea y una manta esperándome en ese pueblo. Sé que lea lo que lea suyo, sea mejor o peor, me va a gustar, entretener y llenar ese huequecito de mi parte lectora que disfruta como una niña con zapatos nuevos y brillantes. Y además, si la historia contiene magia ya me ha ganado para siempre.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<b>Salem, Massachussets, 1692</b>. La caza de brujas ha comenzado. Fuego comprende que ella y sus hermanas no podrán salvarse con sus artes. Por eso hacen un conjuro final para irse en un trocito de la tierra que tanto aman... Así nace la isla de las Tres Hermanas.<br />
<b>Isla Tres Hermanas, 2001</b>. Helen Remington, descendiente de Aire, acaba de escapar de su violento marido fingiendo su propia muerte y se ha instalado en una pequeña isla como Nell Channing. Pronto conoce a Mia y Ripley, dos mujeres que le harán comprender su destino. Y la sheriff Zack Todd cuyo atractivo parece amenazar su tranquila existencia. Pero Nell no sólo tendrá que enfrentarse al amor. La oscuridad y los demonios del pasado también acechan...</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<i>Baile en el aire</i> me ganó desde el principio. La idea de que tres brujas poderosas hicieron un conjuro hace siglos para escapar de la caza de brujas de Salem me gustó desde el primer momento. Las tres mujeres, desesperadas, consiguieron juntar su magia y separar un trocito de tierra del resto del continente y crearon la isla de Tres Hermanas, donde pudieron vivir sus vidas tranquilas... Hasta que algo ocurrió, y la maldición cayó sobre la isla y sus descendientes. La historia empieza cuando <b>Nell, una mujer asustada y valiente escapa de su marido, un maltratador que ha hundido su autoestima y su vida, para poder empezar de cero con una nueva identidad</b>. Tras haber soñado durante años con un faro y una costa, no se piensa dos veces el mudarse a Tres Hermanas cuando ve un cuadro de su costa y del faro que preside la isla. Allí se encontrará en casa nada más llegar, y con su maestría y cariño en la cocina conseguirá un trabajo casi inmediatamente en el café de la librería loca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Nell ha sido, para mí, lo mejor de la novela. Bueno, en realidad lo mejor ha sido el mundo en sí de la novela (la isla, su gente, la vida allí, los personajes secundarios, la ambientación...), pero Nell se lleva la palma, porque la novela <i>es</i> ella. <b>Es valiente y más fuerte de lo que se cree, pero también está asustada y se siente perseguida por su vida anterior, de la que no quiere hablar. </b>Entonces conoce a Mia, la dueña de la librería de la isla, y todo cambia. Poco a poco se va adaptando a la vida en la isla, aunque nunca baja la guardia, ya que sabe que en cualquier momento podrían encontrarla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Su historia con Zack, el sheriff de la isla, me ha parecido preciosa. Sienten una atracción inmediata en cuanto se conocen —algunos dirían que es casi <i>mágica</i>—, pero su relación crece poco a poco, mientras la confianza entre ambos crece y Zack se abre paso a través del miedo y los secretos que Nell, que son más de los que ella misma sospecha. Además, <b>al tratarse de una trilogía en la que cada una de las mujeres principales —Nell, Ripley y Mia— es protagonista de una de las novelas</b>, la primera parte cumple su función de introducir todos los elementos necesarios para que la historia general —la de la isla, la maldición, la magia y el destino— se vaya desarrollando poco a poco a lo largo de las tres novelas.</div>
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<br /></div>
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Sí, es Romántica. Y sí, me encanta. Pero es Nora Roberts, y eso siempre lo hace todo mejor.<br />
<br />
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Las 3 <b><a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/search/label/Isla%20de%20las%20Tres%20Hermanas" target="_blank">reseñas</a></b> de la trilogía</div>
<div style="text-align: right;">
<i>Baile en el aire</i> en <b><a href="https://www.goodreads.com/book/show/32931934-baile-en-el-aire" target="_blank">Goodreads</a></b></div>
</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-9887430758341539312016-11-09T10:00:00.000+01:002016-11-09T10:00:42.838+01:00Seis años desde el primer souvenir<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-yLmQdwFbWUU/WCIRj8QIR6I/AAAAAAAAG5o/0Y4BzemwdMMM96PvXtynE6FfA9A7ROm_QCLcB/s1600/15933602684_c5dc7bd0e0_o.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.flickr.com/photos/27787080@N07/15933602684/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Los cumpleaños y aniversarios siempre son especiales. Son un día, uno solo, de 365, en el que celebramos algo que ocurrió una vez y que fue tan importante que queremos recordarlo cada año sin falta. El día que nacimos, el día que conocimos a alguien, el día que hicimos click en <i>Crear blog</i> y nuestra vida cambió sin saberlo en aquel entonces.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Palabritas no empezó solo. <b>Éramos cinco chicas que empezamos un rinconcito que no sabíamos muy bien qué iba a ser. Al final Palabritas pasó a ser mío, pero ellas siguen siendo amigas, a pesar de las semanas sin hablar o de los kilómetros de distancia</b>. Y a pesar de que al principio no tenía ni idea de qué escribir o si lo estaba haciendo bien, me hacía muchísima ilusión publicar reseñas u opiniones sobre películas, que es lo que era Palabritas al principio.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con el tiempo fue cambiando. Tuve épocas en las que no me sentía cómoda con la idea del blog, pero seguía sin cambiarlo. Los cambios siempre me han dado miedo, y yo por aquel entonces no era valiente como empiezo a ser ahora. Hasta que un día, después de muchas semanas de abandono, <b>decidí darle un nuevo vestido a este rincón y empezar una nueva etapa</b>, mucho más personal y <i>mía</i>. Y ahí, justo ahí, me enamoré perdidamente de mi blog.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Parece mentira que ya hayan pasado seis años. ¡Seis! ¡<span style="font-size: x-small;"><b>SEIS</b></span>! Y sí, se ha convertido en mi rincón, del que me siento enormemente orgullosa, pero lo mejor ha sido todo lo que cambiado en mi vida gracias a él. Descubrí que la literatura era algo más de un afición y acabé estudiando Filología, con todos los cambios que eso comporta. Pude entrar un poquito en el mundo editorial y descubrir que me apasiona, aunque sigo dudando si quiero que mi futuro vaya por esos derroteros. Pero bueno, eso es otro tema. <b>Pero lo más importante, lo <span style="font-size: x-small;">MÁS IMPORTANTE</span>, es que gracias a este rincón, por surrealista que parezca ahora que lo pienso, conocí a los que hoy en día son mis mejores amigos</b>. De manera más o menos directa, están en mi vida por Palabritas, y de eso sí que me siento orgullosa; de ellos, y de mí, y de cómo nos conocimos y de que hayamos seguido juntos todos estos años.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que quiero decir, supongo, es que gracias. Gracias a vosotros también, por seguir al otro lado de la pantalla. Por cada visita o comentario. Por el apoyo, e incluso por la falta de él, porque de todo se aprende en esta vida. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
¡Chinchín! 🍾</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-14035303927209986842016-10-08T14:05:00.001+02:002016-10-08T14:23:50.507+02:00Cosas que escribiste sobre el fuego (Clara Cortés)<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_xqSTEHw7DgUqK6z_i0S8uwV41866TYdQ0Zfbnx02WIq-QOfdehLDAnDKYslPwo6uTxpKz5Df-qav74IQZRoVGCOeNrghtI-VwC-iX4qbDI0cQGZWs89DLkNP84dxKLa3rPiZ7uMSURI/s1600/30812698.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_xqSTEHw7DgUqK6z_i0S8uwV41866TYdQ0Zfbnx02WIq-QOfdehLDAnDKYslPwo6uTxpKz5Df-qav74IQZRoVGCOeNrghtI-VwC-iX4qbDI0cQGZWs89DLkNP84dxKLa3rPiZ7uMSURI/s320/30812698.jpg" width="204" /></a></div>
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Voy a ser totalmente sincera. Sí, Clara es mi amiga y la quiero con locura, pero ella sabe que siempre voy a ser sincera con mis opiniones sobre sus historias porque para eso estamos los amigos. Su anterior novela, <i><a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.co.uk/2015/06/al-final-de-la-calle-118-clara-cortes.html" target="_blank">Al final de la calle 118</a></i>, me gustó muchísimo. Lo que más disfruté, sin duda, fue descubrir que Clara escribía tan bien. Pero mucho, ¿eh? <i>Muy</i> bien. Y aunque la historia y los personajes me resultaron muy originales, con los pies en la tierra e importantes, sabía que Clara podía ir más allá.</div>
<blockquote class="tr_bq">
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<span style="color: #0b5394;">Ignasi y María estaban destinados a despedirse desde el principio.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Cuando María llega al instituto, todo el mundo conoce su historia: su madre se encuentra en coma en el hospital tras recibir una brutal paliza. Pero el pasado oscuro que acompaña a María no logra ensombrecer su paso y, en poco tiempo, se convierte en el centro de todos los círculos. Sus sonrisas y ocurrencias la hacen brillar entre la multitud.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Ignasi lleva años en el mismo instituto y si algo lo define es su capacidad para pasar desapercibido. Nadie repara en él, salvo sus dos amigos de toda la vida. El silencio es su escondite y lo conoce muy bien. Por eso enseguida se da cuenta de que, tras las risas y cumplidos de María, hay alguien que calla un secreto.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Cuando los caminos de María e Ignasi se cruzan, sus vidas se complican. Y es que, si te une el silencio, el equilibrio se rompe cuando se empieza a oír la verdad...</span></div>
</blockquote>
<i style="text-align: justify;">Cosas que escribiste sobre el fuego</i><span style="text-align: justify;"> es importante. Por varios motivos. El primero, y uno de los más importantes, es su narrador. Y es precisamente Ignasi como narrador (no como personaje, aunque también es maravilloso) el que nos lleva al segundo motivo: Clara como escritora. Si algo disfruto de una novela es cuando el escritor o escritora desaparece para cederle la voz al narrador, y consigo, por fin, escuchar la voz de éste y no la del autor. Y es que </span><b style="text-align: justify;">Ignasi, casi desde la primera página, tenía una voz tan clara y propia que incluso a veces me lo imaginaba suspirando o trabándose en alguna palabra mientras me explicaba su historia con María</b><span style="text-align: justify;">. Porque sí, Ignasi te habla a ti, pero no para que sepas la historia, sino para ser capaz de contarla. Y eso, como decía antes, es importante.</span></div>
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Su propia manera de narrar lo crea como personaje, y <b>es a través de sus ojos que vamos construyendo a María Gaudet, la chica del cuaderno que se muerde los padrastros de la mano y que no siempre sonríe de verdad</b>. Ignasi tiene una manera de ver el mundo tan íntima y especial que no puedes evitar acabar viéndolo de la misma manera. Párrafos y párrafos describiendo los ojos de María, sus gestos o qué cree que está pensando. Sus mejores amigos, Gonzalo y Harriet, son su balanza perfecta, y su amistad es tan real que no puedes evitar entenderles y enfadarte con Ignasi en algún momento, aunque a la vez quieras abrazarle y decir que está bien, que todo estará bien.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Luego, a la velocidad en que caen los árboles en los bosques donde nadie ve nada o a la de un fuego artificial en su vuelta al suelo, se recostó sobre la mesa y empezó a escribir.</blockquote>
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Lo que ha hecho Clara en este libro es escribir. Escribir de verdad, no solo contarnos una historia. Es literatura, de la de antes y de la de ahora, la suya. Emociona e impacta en el mismo párrafo, no se anda con rodeos porque todo es importante. <b>Cada palabra, cada coma, cada espacio. Un mini universo en la mente de Ignasi que se expande hacia María</b>, sus dibujos, el pueblo, los viajes en bus, sus amigos, su hermana, sus padres, su ansiedad, sus miedos. Es ese universo en el que nos sumergimos de tal manera que acabamos olvidando lo que nos dice Ignasi al principio y, al hacerlo, ya no hay vuelta atrás. La trama a veces desaparece sin más para dar paso a pensamientos, sensaciones o recuerdos, pero no es algo negativo, no al menos en esta novela. Es como una muñeca rusa en la que los niveles se van construyendo alrededor de Ignasi, niveles por los que se mueve María: desde el más exterior hasta llegar al centro mismo para después, sin más, salir poco a poco de nuevo.</div>
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<br /></div>
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No os diría que lo leyerais si no estuviera segura de que vale la pena. Pero es que de verdad, <i>de verdad</i> que vale la pena.<br />
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El <b>7 de noviembre </b>en librerías</div>
<div style="text-align: right;">
<a href="https://twitter.com/ClaraCortes118" target="_blank">Twitter</a> de la Clara</div>
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<a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.co.uk/2015/06/al-final-de-la-calle-118-clara-cortes.html" target="_blank">Reseña</a> de <i>Al final de la calle 118</i></div>
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<br />
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-68278670750845348332016-09-28T10:40:00.001+02:002016-09-28T10:40:41.853+02:00Amelia y Daniel (cuarta parte)<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-FPGaglRYMyU/V-uBTnWc7BI/AAAAAAAAG4g/R5j2TclL-H4u5pitcbxdnGaixZp6r2YJACLcB/s1600/46eccafc41a2efca0a9d9ddb927c1768.jpg" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://es.pinterest.com/pin/9499849188600408/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<b>DANIEL</b></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El silencio que caminaba con ellos durante los primeros minutos no fue incómodo, para sorpresa de Daniel. Más bien se trataba de una tregua en la que ambos pudieron pensar qué decir a continuación o entender, al menos, qué estaba ocurriendo. Todo había pasado demasiado rápido y los pensamientos pasaban por su cabeza como coches en una autopista de noche, las luces pasando a toda velocidad frente a él pero sin poder fijar la vista en una por más de un segundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El paso atrás de Andrea, el por qué no se lo había dicho, el gesto de Amelia al aparecer para avisarle de que su amiga no iba a venir. Por un momento se imaginó en el restaurante, esperando hasta darse cuenta de que nadie iba a aparecer. ¿Cuánto tiempo hubiese esperado? ¿Cuántos minutos de espera se merecía lo que fuese que había entre él y Andrea? Nunca lo sabría, aunque caminando al lado de Amelia tampoco se preocupó por no saber la respuesta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Estás bien?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin dejar de caminar, Daniel se giró hacia Amelia, que lo miraba preocupada. No sabía cuánto tiempo llevaban caminando, aunque en seguida se dio cuenta de que habían llegado al final de las Ramblas y que se encontraban cruzando la calle para llegar al puerto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí, lo siento. Estaba pensando. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿En Andrea? Lo siento mucho, lo que ha hecho no está bien.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—No te disculpes por ella —dijo, un poco preocupado por Amelia, a pesar de no conocerla—. Lo que has hecho hoy dice mucho de ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Es mi amiga, pero no creía ser capaz de dormir tranquila si no te avisaba. Creo que al menos merecías una explicación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Gracias —dijo Daniel, y justo paró de caminar cuando iban a entrar en el puente—. Oye, ¿estás bien? —preguntó él esta vez al ver la expresión de Amelia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Se había quedado mirando el puente de madera, completamente perdida en sus pensamientos. Parecía triste y un poco enfadada, como si pudiese echarse a llorar en cualquier momento. Aquel cambio le preocupó, y se sorprendió pensando que ojalá tuvieran la suficiente confianza como para preguntarle qué le había puesto de aquella manera. No la conocía, es cierto, pero no le gustaba verla así.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Amelia apartó la mirada del puente y le miró a los ojos, claramente aguantando las lágrimas. Forzó una sonrisa y asintió, apartando la mirada al instante.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Quieres que nos sentemos al final del puente? —preguntó, ajustándose el abrigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Te apetece? No pareces muy a gusto. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué? Oh, ya —susurró mientras bajaba la mirada al suelo. Con un movimiento rápido se apartó el pelo de la cara y volvió a sonreírle, esta vez un poco más de verdad—. No es nada. Es que este lugar me trae recuerdos. Ven, vamos, yo mando, ¿no?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Tú mandas —respondió Daniel, sonriendo también.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Él no tuvo que forzar la sonrisa.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Ésta es la cuarta parte de una historia corta que empecé a escribir tras terminar de ver uno de los capítulos de <i>Cites</i>, la serie emitida por TV3 y que se ha convertido en una de mis favoritas. No es nada especial, no buscaba nada, solo practicar un poco y jugar con los personajes y la situación, a ver qué salía. Espero vuestra sincera opinión. Podéis leerlo todo <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.co.uk/search/label/Amelia%20&%20Daniel">aquí</a> ✍🏻</blockquote>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-28319888181916571882016-09-07T14:38:00.000+02:002016-09-07T20:11:01.432+02:00Amelia y Daniel (tercera parte)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://4.bp.blogspot.com/-ROxTULACTdU/V8yZ8Zm86PI/AAAAAAAAG2w/lH6fVCx5S48WsL7JTPRRw0bzk3ur0_pOgCLcB/s1600/5122.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://es.pinterest.com/pin/207658232796397934/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<b>AMELIA</b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El corazón le latía a mil por hora. Se quedó varios segundos de pie en la puerta del restaurante, viendo cómo la gente pasaba frente a ella en ambas direcciones. Sabía hacia dónde tenía que ir para coger el metro y volver a casa, pero por alguna extraña razón sentía que no podía irse todavía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así que hizo lo único que la ayudaba a pensar: caminar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin pensarlo giró a la izquierda. El metro quedaba al final de la calle si giraba hacia la derecha, así que lo mejor sería alejarse tanto como pudiera del camino de vuelta a casa. La calle todavía estaba mojada. Había llovido durante toda la tarde sin parar, limpiando la ciudad en más de una manera. A Amelia le encantaba aquella sensación de después de llover durante horas. El olor, los colores, las luces reflejadas en las calles mojadas y el ambiente renovado. La calma después de la tormenta, que solían decir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Siguió caminando por la calle estrecha y escondida en la que se encontraba el restaurante, en el barrio gótico de Barcelona. Se quedó quieta de nuevo al llegar al final de la calle, que daba a las Ramblas. El ambiente allí era completamente diferente, con mucha más gente paseando. Siempre le sorprendía cómo podían existir tantas Barcelonas diferentes, y que para pasar de una a otra solo tenías que cruzar la calle.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como todavía no sabía muy bien qué hacer a aquellas horas, sacó el móvil del bolso. Tenía varios mensajes de Andrea.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i><b>21:08</b></i> -no vas a hablarme más? en serio estás cabreada?</div>
<div style="text-align: center;">
<i><b>21:09</b></i> - déjate de tonterías y contéstame las llamadas, por favor</div>
<div style="text-align: center;">
<i><b>21:11</b></i> - podrías comportarte como una adulta por una vez en tu vida</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Amelia bufó, molesta y dolida, y lanzó el móvil al fondo del bolso sin responder al mensaje. ¿Quién se creía que era para hablarle así? Habían sido amigas durante los últimos tres años, la había ayudado en infinidad de ocasiones, incluso cuando no se lo merecía, ¿y qué hacía Andrea? Esperar que Amelia lo siguiera haciendo mientras ella no hacía absolutamente nada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Justo cuando iba a cruzar hacia las Ramblas, sintió una mano cerrarse alrededor de su codo con cuidado pero con determinación. Se dio la vuelta con el susto en el cuerpo, pero no fue capaz de decir nada al ver allí a Daniel, con la mano todavía en su brazo. La soltó cuando conectó su mirada con la de Amelia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Me he dejado algo? —preguntó, preocupada. Era un poco desastre y siempre se olvidaba de coger la bufanda o cualquier otra cosa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Quería disculparme. No me he portado bien contigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Amelia, nerviosa y sin saber muy bien qué responder, se colocó bien el bolso.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—No te preocupes. Es normal que reaccionaras así, lo entiendo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Te ha pedido que vengas? Andrea, quiero decir, ¿te ha mandado ella?</div>
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<br /></div>
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Con un suspiro, Amelia negó suavemente con la cabeza.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—No pensaba venir, ya te lo he dicho. Me sentía mal y pensé que sería buena idea venir y decírtelo, para que no te preocuparas por ella al no aparecer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Daniel miró al suelo, pensativo. Parecía nervioso y tan confundido que Amelia sintió una ternura que no esperaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Oye, ¿estás bien? —dijo, preocupada. Daniel la miró de nuevo pero no respondió—. Siento que haya pasado esto, y no sé si haber venido lo ha hecho todo peor, pero no era mi intención. Es que pensé que sería mejor que al menos tuvieras una razón. Mejor una decepción que tener que lidiar con la incertidumbre, ¿no?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La sonrisa sincera de Daniel la sorprendió. Siempre se fijaba en los pequeños detalles de las personas, y ver sonreír a alguien de manera tan espontánea y sincera era algo de lo que pocas veces podía disfrutar. Casi sin querer, le devolvió la sonrisa.</div>
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<br /></div>
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—¿Quieres…? —Amelia alzó las cejas, esperando el resto de la pregunta—. ¿Quieres dar una vuelta? Ya que has venido hasta aquí. ¿Te apetece?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Tenía que decir que no. El chico que tenía frente a ella, con las manos en los bolsillos del abrigo y una sonrisa nerviosa en el rostro había quedado con su amiga, no con ella. Seguramente sólo quería una distracción para olvidar el plantón y la decepción de Andrea. Lo más sensato era disculparse y volver a casa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Pero a veces, sólo a veces, la boca va más rápido que la cabeza y todo cambia sin que podamos hacer nada. Así que Amelia habló, y lo hizo rápido.</div>
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<br /></div>
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—Vale. ¿Izquierda o derecha?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Tú mandas.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Ésta es la tercera parte de una historia corta que empecé a escribir tras terminar de ver uno de los capítulos de <i>Cites</i>, la serie emitida por TV3 y que se ha convertido en una de mis favoritas. No es nada especial, no buscaba nada, solo practicar un poco y jugar con los personajes y la situación, a ver qué salía. Espero vuestra sincera opinión. Podéis leerlo todo <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.co.uk/search/label/Amelia%20&%20Daniel">aquí</a> ✍🏻</blockquote>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-58182067842609721642016-09-03T16:54:00.000+02:002016-09-03T16:54:28.137+02:00Amelia y Daniel (segunda parte)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz86Vg8lJnRKHepFdOCiRYHDpCbR2aJpZkiHXi9FA2K9cDx4bL-1vJh3ImiJTOpTaKjeTv1Ei1LFmKwwWKF7SRql7JGkL-I4PbVGCL6hFKNIiIUMFu8awlTCiZcS2MEKbOmhloiVOxMjY/s1600/a_m_9%2524%2521x900.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.stylemepretty.com/vault/image/1278546" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<b>DANIEL </b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es curioso cómo cambian las cosas. Así, sin más, una noche puede convertirse en algo completamente inesperado. La cita que llevas semanas esperando puede pasar a ser, sin que te des cuenta, un momento incómodo con una completa desconocida que parece no saber qué decir. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras miraba a aquella chica sentarse frente a él, Daniel pensó que tampoco conocía tan bien a Andrea. Habían hablado sin parar durante días, pero en aquel preciso instante sintió que para él era tan desconocida como la chica que lo miraba nerviosa. Amelia, había dicho que se llamaba. Estaba deseando escuchar lo que tenía que decirle. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Y entonces? —preguntó con voz tranquila. No quería sonar desesperado por saber qué había pasado con Andrea, aunque se debatía en silencio entre sentirse humillado o preocupado. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Amelia carraspeó y rápidamente apartó la mirada para girarse en busca de la camarera que le había servido una cerveza poco después de llegar al restaurante. Daniel vio con impaciencia cómo la chica se acercaba la mesa, escuchaba lo que Amelia quería beber y se alejaba de nuevo. Su mirada volvió a los ojos de ella, esperando una respuesta. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Andrea no pensaba venir. Me lo dijo hace dos días. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Daniel se la quedó mirando, atónito. No esperaba aquella respuesta. A decir verdad, no sabía muy bien qué esperaba, pero no era aquello. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Dos días? Hace dos días hablamos y no me dijo nada. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Eso no lo sé… Solo me dijo que no iba a venir y que no iba a decirte nada. Que… —Amelia suspiró y tragó, claramente nerviosa—. Que no podía hacerlo. No sé nada más. Lo siento. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin saber muy bien qué decir, Daniel cogió la cerveza y dio un trago largo, dándose unos minutos para pensar. Algo seguía sin cuadrar, pero no sabía decir qué era. Estaba claro que apenas conocía a Andrea, pero para eso habían decidido dar el paso de verse en persona, ¿no? Para conocerse. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Y por qué no me lo dijo? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Oye, eso no lo sé… Yo solo he venido a avisarte de que no iba a venir, nada más. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De pronto se sintió mal por ella. Al principio la había tratado no muy bien, desconfiando completamente de ella, con un tono nada propio de él. Y ahora se la veía nerviosa y agobiada, sin saber muy bien cómo comportarse o qué hacer a continuación. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La camarera volvió a la mesa y depositó con cuidado un vaso grande de agua con hielo. Daniel lo miró con las cejas alzadas y subió poco a poco hasta toparse de nuevo con los ojos de Amelia. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Es que el frío me ayuda a relajarme. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Por qué estaba tan nerviosa? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿En pleno diciembre? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Siempre, en realidad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Daniel quiso seguir con las preguntas, pero justo entonces llegó la camarera. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Listos para cenar? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Confundida, Amelia pasó la mirada de la camarera a Daniel, varias veces, con la boca entreabierta y la duda en sus ojos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Eh… No, gracias, yo ya me iba. —Le dio una mirada de disculpa a la camarera y se puso de pie para ponerse el abrigo con prisa, torpemente—. Siento todo esto, sé que no ha sido lo que esperabas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Oye, espera, no te vayas así. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Es que tengo que irme, de verdad, me he quedado más tiempo de lo que planeaba. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Amelia se colgó el bolso al hombro, inspiró hondo y le sonrió con tristeza. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Siento lo de Andrea, y… Suerte. Encantada de conocerte. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Daniel quiso decirle algo más para que no se diera la vuelta y saliese del restaurante, pero cuando consiguió unir el coraje suficiente, la puerta se cerró tras ella y volvió a quedarse allí sentado. Solo.<br />
<blockquote class="tr_bq">
Ésta es la segunda parte de una historia corta que empecé a escribir tras terminar de ver uno de los capítulos de <i>Cites</i>, la serie emitida por TV3 y que se ha convertido en una de mis favoritas. Tengo escritas más partes, pero no tiene final. No es nada especial, no buscaba nada, solo practicar un poco y jugar con los personajes y la situación, a ver qué salía. Espero vuestra sincera opinión. Podéis leerlo todo <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.co.uk/search/label/Amelia%20&%20Daniel" target="_blank">aquí</a> ✍🏻</blockquote>
</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-23120728051464942062016-08-27T17:24:00.001+02:002016-08-27T17:25:52.848+02:00Amelia y Daniel (primera parte)<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-00onSSvIUeg/V8GwFPLklQI/AAAAAAAAG1Y/vNbIPrhBThYZRiiXq35aFt_kauV0BUgJQCLcB/s1600/Captura%2Bde%2Bpantalla%2B2016-08-27%2Ba%2Blas%2B16.20.33.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.flickr.com/photos/allthishappiness/6656673335/sizes/l" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<b>AMELIA</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Andrea había insistido tanto que al final no le había quedado más remedio que ir. A pesar de no estar de acuerdo con el plan de su amiga, Amelia acabó aceptando. Prefería pasar un momento incómodo con aquel desconocido que aguantar a Andrea quejándose durante semanas.<br />
<br />
Llegó al pequeño restaurante japonés diez minutos tarde. Se quedó de pie a un lado de la puerta, dando las últimas caladas a un cigarro que no recordaba haber encendido. En cuanto se dio cuenta de lo que estaba haciendo lo tiró al suelo, lo pisoteó con ganas y se llevó las manos a la boca para intentar hacerlas entrar en calor.<br />
<br />
Era estúpido que estuviera nerviosa. Ella no era la que llevaba dos meses hablando con aquel chico a todas horas, así que no tenía por qué sentir aquellos nervios comiéndole las entrañas.<br />
Andrea le había hablado de él sin parar durante las últimas semanas, contándole lo maravilloso que era y cómo, por fin, parecía haber encontrado a un chico que no la quería solo por su físico. No le había pedido ninguna foto y no había insistido con las descripciones, lo que le convertía, según su amiga, en su hombre ideal.<br />
<br />
Un poco más tranquila, Amelia miró el reloj por última vez y se atrevió a entrar en el restaurante. Era uno de sus preferidos de la ciudad. El ambiente era íntimo y apenas había siete mesas, distribuidas sin ningún tipo de orden alrededor del pequeño local. El aroma de la comida recién hecha la hizo sonreír, pero la sonrisa desapareció en cuanto lo vio allí sentado, mirando el móvil, seguramente esperando un mensaje de Andrea.<br />
<br />
Ay, madre, en qué lío se había metido.<br />
<br />
El dueño del restaurante, un hombre mayor japonés que no entendía apenas nada de español, se acercó a ella al reconocerla. Amelia le sonrió y negó con la cabeza mientras se armaba de valor al verse cada vez más cerca de la mesa. Una vez allí, se quedó plantada en el suelo como un girasol esperando a que el sol se moviera para poder darse la vuelta y salir corriendo.<br />
<br />
—Eh, hola —susurró, tan bajito que por un momento pensó que tendría que repetirlo—. ¿Daniel?<br />
<br />
Él levantó la mirada del móvil y clavó los ojos más azules que Amelia había visto jamás en los suyos. Madre mía, ¿ese color existía? Era azul oscuro, pero no azul marino como el del uniforme del colegio, aquel azul aburrido casi negro, sino un azul intenso, como siempre se había imaginado el fondo del mar cuando los rayos del sol llegan hasta él.<br />
<br />
—¿Andrea? —preguntó, más emocionado de lo que Amelia esperaba.<br />
<br />
—No, no, no soy Andrea. —Amelia sonrió, nerviosa. Aquello era peor de lo que había imaginado—. Soy una amiga suya. Es que ha pasado una cosa. Andrea no puede venir, solo he venido para avisarte.<br />
<br />
—¿Perdona?<br />
<br />
Amelia no sabía qué decir. Cada segundo que pasaba allí de pie se arrepentía más de haberse acercado hasta el restaurante. Lo fácil habría sido dejar plantado a Daniel, que se diera cuenta por él mismo de que Andrea solo había jugado con él. Llegados a aquel punto, ¿cómo podía haberla considerado su amiga durante tanto tiempo, sabiendo cómo era en realidad? A veces, tal vez, nos cogemos a lo que sea con tal de no estar solos.<br />
<br />
—Verás, es que… —Amelia cogió aire y pudo sentir cómo las ideas empezaban a ordenarse poco a poco. Solo tenía que decirlo y salir de allí—. Ha tenido un accidente.<br />
<br />
—¿Qué? ¿Pero está…?<br />
<br />
—Está bien —le interrumpió, esperando sonar convincente—. En realidad fue una tontería, pero tiene una pierna escayolada y su móvil está destrozado, así que ha perdido tu número. Por eso no ha podido avisarte.<br />
<br />
Amelia sintió el pánico apoderarse de ella cuando se dio cuenta de cómo la miraba Daniel. Estaba segura de que no se había creído nada y que iba a exigirle la verdad sobre dónde estaba Andrea y por qué había enviado a su amiga —examiga, en realidad, aunque eso no tenía por qué saberlo— a cubrirla.<br />
<br />
Lo que no esperaba de ninguna de las maneras era la reacción de él.<br />
<br />
Daniel dejó escapar una escueta carcajada y la miró con las cejas alzadas.<br />
<br />
—Me has contado muchas cosas sobre ti, pero que eres una mentirosa pésima no era una de ellas —dijo, claramente divirtiéndose a su costa.<br />
<br />
—¿Qué?</div>
<div style="text-align: justify;">
No entendía nada, ¿a qué se refería? Ella solo quería irse de allí de una vez.<br />
<br />
—¿Por qué no te sientas? No tienes que inventarte todo esto, podemos hablar con tranquilidad, como llevamos semanas esperando.<br />
<br />
—No, no —susurró, intentando sonreír sin mucho éxito—. De verdad, no soy Andrea. No ha podido venir, solo he venido para avisarte.<br />
<br />
—Oye, venga, no hagas esto, no pasa nada.<br />
<br />
—Lo siento. Tengo que irme.<br />
<br />
—¿Y cómo te llamas, entonces? —preguntó, esta vez bastante molesto. Amelia no pudo evitar sentirse culpable.<br />
<br />
—Amelia.<br />
<br />
Daniel la miró durante varios segundos en los que ninguno de los dos habló. Amelia vio cómo el rostro de Daniel pasaba de la molestia a la confusión, para acabar con el ceño fruncido en un gesto de reconocimiento. ¿Qué estaba pensando? Tenía que irse cuanto antes.<br />
<br />
—Así que has estado haciéndote pasar por una persona que no existe, riéndote de mí durante estos meses, y ahora no sabes cómo salir de esta, ¿es eso?<br />
<br />
<i>¿Pero qué?</i><br />
<br />
—¿Qué? ¡No! —Amelia quería decir tantas cosas que todas se le acumularon en la punta de la lengua y no le dejaron decir nada coherente—. No es eso. Andrea existe, has estado hablando con ella, no conmigo. De verdad.<br />
<br />
—¿Eres consciente de que todo el rollo del accidente no hay quien se lo crea?<br />
<br />
De lo que era consciente era de que se encontraba en un callejón sin salida. Amelia suspiró, rendida, y levantó la mirada.<br />
<br />
—Vale, tienes razón. Pero de verdad que no he sido yo la que ha estado hablando contigo estos meses. Andrea existe, pero no ha podido venir. No me estoy riendo de ti.<br />
<br />
—Entonces, ¿por qué no ha venido? ¿Por qué no contesta a mis mensajes desde esta mañana?<br />
<br />
¿Y ahora qué?<br />
<br />
—Ay… A ver —susurró, claramente nerviosa—. Es un poco complicado.<br />
<br />
—¿Por qué no te sientas?<br />
<br />
¿Qué?<br />
<br />
—No, no, yo… —Amelia miró hacia un lado, donde una pareja la miraban con curiosidad desde su mesa—. Es que no me puedo quedar, solo he venido a avisarte.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
—Oye, esto no tiene ningún sentido. Siéntate y me lo explicas con calma, ¿vale? No pasa nada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Daniel parecía tranquilo. La desconfianza seguía brillando en sus ojos, pero Amelia suspiró tranquila al ver que ya no parecía molesto. Al menos no con ella. Pensó entonces en Andrea, seguramente tumbada en el sofá, sin que nada de esto le importase, y se enfadó. Se enfadó con la que había sido su amiga durante tanto tiempo, por ser tan egoísta y mala persona como para hablar durante semanas con un chico para después dejarle plantado.<br />
<br />
Así que sin pensar muy bien en lo que hacía, se quitó el bolso y el abrigo, los dejó en el respaldo de la silla y se sentó delante de Daniel, más nerviosa que en toda su vida, pero sintiendo que estaba haciendo lo correcto.<br />
<blockquote class="tr_bq">
Ésta es la primera parte de una historia corta que empecé a escribir tras terminar de ver uno de los capítulos de <i>Cites</i>, la serie emitida por TV3 y que se ha convertido en una de mis favoritas. Tengo escritas más partes, pero no tiene final. He decidido subir ésta, la primera, para ver si os gusta y si os gustaría leer la continuación. No es nada especial, no buscaba nada, solo practicar un poco y jugar con los personajes y la situación, a ver qué salía. Espero vuestra sincera opinión ✍🏻</blockquote>
</div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-72895674757643314612016-08-21T16:10:00.002+02:002016-08-21T16:11:02.243+02:00Sangre<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-Oud-sFtbyVQ/V6ngGJrB0VI/AAAAAAAAG1A/vpTtlYnDWukwDmXBeMVp9I8btBJkowSDwCLcB/s1600/6b6e2c4d41ab9a84bb92b79dc73dab08.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://es.pinterest.com/pin/383861568215405442/" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>sangre</b></span><br />
Del lat. <i>sanguis, -ĭnis</i>.</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
4. f. Sustancia roja casi negra que sale abundantemente de mi cuerpo durante cuatro días al mes, en los que hago vida normal mientras me retuerzo de dolor y aguanto los mareos como puedo. Sin embargo, se niega a ser extraída de mí a través de una aguja y suelo acabar con varios pinchazos en ambos brazos y manos porque el enfermero o enfermera se niega a pincharme en el pie directamente. (Nunca me escuchan). Verla salir de mi cuerpo no me afecta, pero pierdo la fuerza de las manos cuando la veo salir de un cuerpo ajeno. (La parte negativa de ser tan exageradamente empática). Muchos piensan en la sangre como símbolo de dolor, muerte o fin, pero yo la entiendo como símbolo de vida, de movimiento. Mientras hay vida hay esperanza, dicen. Pero sin sangre no hay vida. No lo olviden nunca.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
***</div>
</div>
<div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<b>¿CÓMO PARTICIPAR EN #COLECTIVODETROIT? </b> </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
1. Leer el “enunciado” del ejercicio.</div>
<div style="text-align: justify;">
2.Interpretar el “enunciado” del ejercicio libremente.</div>
<div style="text-align: justify;">
3. Escribir lo que te sugiera.</div>
<div style="text-align: justify;">
4. Publícalo en tu espacio.</div>
<div style="text-align: justify;">
5. Cuéntanoslo para que puedan enlazarte tanto en los comentarios como por las redes sociales.</div>
<div style="text-align: justify;">
6. No olvides usar el hashtag #ColectivoDetroit, y disfrutar la participación al máximo.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Los diccionarios son herramientas de compañía del escritor, pero también podrían llegar a ser verdaderos enemigos si el escritor se dejase limitar por las restringidas acepciones de las palabras que se recogen en los diccionarios. El buen escritor, teniendo un conocimiento del significado y uso básicos de una palabra, es capaz de dotarla de todo lo necesario para navegar en contextos muy diferentes y adquirir todos las connotaciones necesarias para sobrevivir en el medio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El ejercicio de esta semana consiste en definir una palabra de uso cotidiano. Puedes optar por el formato que quieras ( definición-descripción, entrada de diccionario, transcripción oral de una explicación... ). <b>Ademas, en esta ocasión hemos limitado el ejercicio a un máximo de </b><u style="font-weight: bold;">150 palabras</u>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La palabra seleccionada es <b><span style="color: #660000; font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">sangre</span></b>, ha sido la elegida por vosotros entre tres opciones salidas al azar de la obra que llevaban las fundadoras del colectivo en el bolso en ese momento. Atrévete a enriquecer su entrada de diccionario participando esta semana en el #ColectivoDetroit. </div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span></div>
</div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-73314673986280989902016-08-09T14:59:00.002+02:002016-08-09T14:59:35.138+02:00Harry Potter and the Cursed Child (J.K. Rowling)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-tSEa0w8wRts/V6h47sXNoGI/AAAAAAAAG0w/1W8ODyfITygw-seLkPb7HfAbqQHdlU8ywCLcB/s1600/Harry_Potter_and_the_Cursed_Child_Special_Rehearsal_Edition_Book_Cover.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-tSEa0w8wRts/V6h47sXNoGI/AAAAAAAAG0w/1W8ODyfITygw-seLkPb7HfAbqQHdlU8ywCLcB/s320/Harry_Potter_and_the_Cursed_Child_Special_Rehearsal_Edition_Book_Cover.jpg" width="211" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Harry Potter y sus aventuras fueron parte de mi infancia y siguieron acompañándome mientras crecía, y estaría mintiendo si dijera que no siguieron formando parte de mi vida cuando terminaron. Porque terminaron, ¿recordáis? Cuando salió la última película y todos lloramos en el cine cuando sonó la música de la primera película justamente en la última escena de <i>Las reliquias de la muerte, Parte 2</i>, ese epílogo que tanta gente odió en el libro y que es precisamente el inicio de <i>Harry Potter and the Cursed Child</i>. Y no sé si esperaba algo o no de él, pero a mí me ha chiflado y me muero por verlo representado, que es cuando creo que podrá disfrutar de la historia al cien por cien.</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #bf9000;">It was always difficult being Harry Potter and it isn’t much easier now that he is an overworked employee of the Ministry of Magic, a husband and father of three school-age children.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #bf9000;">While Harry grapples with a past that refuses to stay where it belongs, his youngest son Albus must struggle with the weight of a family legacy he never wanted. As past and present fuse ominously, both father and son learn the uncomfortable truth: sometimes, darkness comes from unexpected places.</span></div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
La octava historia, diecinueve años después. Y es precisamente eso lo que nos encontramos: otra historia. No la considero continuación, sino una parte más de la historia del mundo mágico y, en específico, de las familias y amigos del trío protagonista de la saga principal. Lo primero que hay que tener en cuenta es que <i>Harry Potter and the Cursed Child</i> es un guión. <b>No se puede leer sin tener en cuenta todos los factores que se añaden a la historia, como las interpretaciones de los actores y actrices, la iluminación, el movimiento y el propio escenario</b>. Por lo tanto, hay que leerlo sabiendo y entendiendo que faltan muchos elementos, y que la octava historia no se puede valorar realmente hasta verla representada, porque todo lo que aporta la descripción o el propio formato de novela no se puede encontrar aquí.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Sea necesario o no (qué tontería, por cierto, el arte en todas sus formas siempre es necesario), creo que <b>un mundo como el que creó Rowling hace tantos años y que ha seguido creciendo sin parar en la cultura popular puede y merece ser recuperado las veces que se quiera</b>. No tenía que estar a la altura de los demás libros, porque simplemente no puede: no es una novela, las novelas acabaron con el séptimo libro y eso lo sabemos todos. Esto es, simplemente, <i>otra cosa</i>. He reído con las bromas de Ron, me he emocionado con algunas escenas maravillosas (¡la página 137 es perfecta, no hay más que imaginarla en vivo!), he alucinado imaginándome cómo llevarían a cabo algunas acotaciones sobre hechizos y otras indicaciones más propias de un guión de cine que de teatro y me he enamorado de los nuevos personajes, más de unos que de otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunas acotaciones son pura magia. Llama la atención que sean precisamente los fragmentos de texto que no están pensados para decirse en voz alta, sino que son puras indicaciones para representación, los que pueden considerarse más literarios dentro de la obra. Por eso es genial leerlo, porque las acotaciones tienen tantos detalles y transmiten tantas sensaciones que uno puede imaginárselo a su manera pero siempre como algo llenísimo de magia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Scorpius Malfoy me ha robado el corazón. Ese chico que solo quiere un amigo, el chico gracioso y tímido y valiente que lo daría todo por las personas que quiere. Para mí es él el verdadero protagonista de la obra, y no Albus o Harry. Y en cuanto a los demás, me ha gustado mucho ver <b>cómo han evolucionado las relaciones entre los personajes que ya conocíamos, y también poder descubrir cómo llevan sus nuevos roles, ya sea de trabajadores del ministerio o como padres y madres de una nueva generación</b> de la que me hubiera gustado ver mucho más, pero para la que hay tiempo y aventuras suficientes esperando.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Harry, there is never a perfect answer in this messy, emotional world. Perfection is beyond the reach of humankind, beyond the reach of magic. In every shining moment of happiness is that drop of poison: the knowledge that pain will come again. Be honest to those you love, show your pain. To suffer is as human as to breathe.</blockquote>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><br />
<div style="text-align: justify;">
Como punto negativo, es verdad que algunos puntos de la trama se pasan un poco por alto y no se tratan en profundidad. Sin embargo, como ya he dicho, esto no es una novela. <b>El tiempo en una obra de teatro no se trata de igual manera que una novela, y todos los elementos de la historia deben adaptarse al formato</b>. Por lo tanto, es normal que se centre la atención en los personajes y sus relaciones y se deje un poco más de lado que todas las tramas se traten extensamente; la acción no es más que una excusa para mostrar las relaciones entre padres y madres y sus hijos e hijas, al igual que entre amigos, que es la base de toda la obra de Rowling. Y es precisamente esa amistad sin límites con lo que me quedo de <i>Harry Potter and the Cursed Child</i>. Nadie puede destruirla, ni si quiera el paso del tiempo.</div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 26px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 18px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-67834566742079348422016-08-04T14:47:00.002+02:002016-08-04T14:48:00.816+02:00Recuerdos de primeros besos<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://2.bp.blogspot.com/-OFJ_5dKm7Ws/V6HrQjBM_nI/AAAAAAAAG0M/0uD0ZIZIWoYHQzAxNCZdc8ikO02WZ5HdwCLcB/s1600/doisneau_kiss.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Le baiser de l'hôtel de ville</i>, de Robert Doisdeau (1950)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
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Quien me conoce sabe que hablo por los codos, pero escuchar (o leer) a alguien es uno de mis placeres ocultos. Las primeras veces siempre son especiales, ¿verdad? Puede que sean buenas, malas o incómodas, pero siempre quedan en el recuerdo por el simple hecho de ser las <i>primeras</i>. La primera vez que consigues ir en bici tú solo, el primer día de universidad... <b>el primer beso</b>. Los nervios previos, el nudo en el estómago, la emoción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
C. era la más joven. Cuando le pregunté por su primer beso, no se extrañó. Simplemente respondió lo que transcribo a continuación, palabra por palabra: <i><b>Creo que tenía 12 años. Estaba de vacaciones en Galicia, en casa de una amiga de mi madre a la que considero mi tía. La novia del hijo de esa mujer tenía dos hijos, uno de ellos un año mayor que yo, y un día por la noche cuando los adultos estaban de sobremesa abajo, mi hermana, él y yo subimos para ver la tele y jugar a las cartas. Él se inventó un juego que básicamente fue una excusa y me dio un beso que a mí me pareció muy largo</b></i>. Juegos de niños, pero primeras veces al fin y al cabo. Curioso que le pareciera largo, y que sea eso lo que recuerde.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
M. se tomó la pregunta con humor. Me gusta cuando haces una pregunta inesperada a alguien y la persona sonríe, o ríe, y empieza a responderte como si le hubiera hecho ilusión tu pregunta. Su respuesta fue ésta: <i><b>Vas a reírte o a llorar de pena... Verás, mi primer beso fue cuando tenía... 12-13 años, si no recuerdo mal. Con un tío que me encantaba. Sabíamos que nos íbamos a besar en el colegio porque habíamos quedado solo para eso detrás del comedor</b></i> (aquí ríe, como cuando recuerdas algo muy ridículo de tu pasado pero con cariño porque es parte de tu historia). <b><i>Estaba tan nerviosa ese día que vomité un pelín. Todo muy erótico tras un arbusto...</i> </b>(Algo que adoro de M. es su ironía, siempre presente) <i><b>Espero que nadie me viese. Unos minutos después nos besamos detrás del comedor, fue un pico y fue muy raro. Tenía bigote él y fue muy extraño, como besar a un erizo. Además se enteró todo el mundo y fui la comidilla del colegio durante toda la semana.</b></i> Mientras me lo contaba, podía imaginarme cada detalle del momento. Sus nervios, el ceño fruncido al notar el bigote. Lo recuerda con humor, y eso me gusta.</div>
</div>
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<br />
Seguimos subiendo de edad, aunque solo un poquito. B. fue preciso en su respuesta: <i style="font-weight: bold;">Pues el que considero mi primer beso fue alrededor de los 13-14 años en un centro comercial. Llevaba una semanas saliendo con una chica y después de darle muchas vueltas, pues nos dimos el primero y, no sé, fue curioso, pero también me marcó muchísimo</i>. Pocas palabras que esconden algo muy grande, aunque no sabría decir bien qué. B. siempre tan reservado.<br />
<br />
J. tenía 15 años cuando sucedió. Tardó toda una tarde en responder, aunque fue por razones ajenas a la pregunta. Cuando respondió, al fin, no dejó ningún detalle suelto. <b><i>Después de llevarme el mayor golpe emocional relacionado con el amor que me he dado en la vida, había conocido a una chica maravillosa. Después de un tiempo saliendo, nuestro primer beso fue sentados en un banco en una zona cerda de donde vivía. Yo tenía 15 años y fue una mezcla de muchas cosas. No sabía qué esperarme y aunque sentí mucho, y fue un momento de conexión total, acabó siendo una persona de la que no estaba realmente enamorado. Aun así, creo que no hay mejor persona a la que haber dado mi primer beso ya que a día de hoy es una de las personas a las que más quiero en el mundo y con la que más conecto, aunque de manera totalmente diferente a lo que se espera de una pareja. Creo que ese beso y todo lo que originó fue perfecto, aunque de una manera totalmente distinta a la esperada. Recordándolo pienso más en confianza y complicidad que en amor o en pasión</i></b>. Se nota que no se arrepienta de nada, y eso no puede parecerme más bonito. Qué suerte, recordar un primer beso con tanto cariño, ¿verdad?<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Uno de mis preferidos es el de K. Me lo explicó con tanto cariño que no he podido evitar transcribir cada palabra con el mismo cariño que noté al leer su recuerdo. <i style="font-weight: bold;">Creo que estaba en 4º de la ESO, tendría unos 15-16 años. Probablemente 15 porque cumplo en octubre y suelo tener menos edad que el resto de la clase. Así que debió ser sobre el 2011. Fue relativamente bonito y también muy típico. Recuerdo que habíamos quedado, en la que creo que era nuestra primera cita como tal, para ir al cine, a uno pequeño que había antes cerca del colegio. Yo estaba super nervioso, y creo que ella también. A pesar de todo conseguimos relajarnos y, ya dentro, viendo una película (que vagamente recuerdo) nos cogimos de la mano, como primer paso, y luego nos dimos nuestro primer beso. Siempre lo recordaré con felicidad, porque a pesar de que ya no nos vemos casi, seguimos siendo amigos. </i>Me gusta imaginar que, cuando se ven, a veces, durante un segundo, ambos recuerdan aquel momento y sonríen.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A. tuvo que esperar hasta los 18 años, pero mereció la pena. <b><i>Fue en 2009, tenía 18 años y estábamos en el tren de vuelta de la playa (y yo con una insolación).</i></b> <b><i>Lo recuerdo como algo raro y no muy de película. Sin duda no es el mejor beso que me han dado, pero ahora con el tiempo lo recuerdo como un momento muy tierno: yo llevaba una gorra puesta y él intentaba acercarse sutilmente, pero chocaba con la visera, hasta que finalmente me la quité para que pudiera besarme</i></b>. Lo mejor de esta historia es que ese fue su primer beso juntos, pero no fue el último. Siguen habiendo muchos más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
M. guarda un buen recuerdo de su primer beso, aunque no tan bueno de la persona con la que fue. Fue el único que me respondió con audio, y no podría ser de otra manera viniendo de M. <b><i>Me acuerdo exactamente de la fecha: el 1 de noviembre de 2014, y lo recuerdo porque el 31 fue Halloween, y por eso decidimos ir a ver </i>REC<i>, super improvisado. ¿Dónde fue? En mi casa, porque fuimos al cine y después se quedó a dormir en mi casa. Yo recuerdo que... joder, a ver, a mí me gustó mucho, me pareció super bonito, super íntimo, para mí fue muy de verdad. No me arrepiento de que fuese con esa persona ni de nada más</i></b>. Que diga que para él fue <i>de verdad</i> es suficiente para entender lo que quiere decir. Nos entendemos con pocas palabras, M. y yo, aunque siempre nos guste hablar y hablar sin parar.</div>
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<br /></div>
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J. fue al grano. <b><i>Fue de pega con mi primo y él salivó un montón. No es romántico, pero es gracioso. El primero con lengua ya fue otra historia.</i></b> Me moría de ganas de preguntarle por el primero con lengua, pero eso tendrá que ser en otra ocasión.</div>
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<br /></div>
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Por último, A. tuvo su primer beso a los 23. <b><i>Fue en el 2000, con alguien que me gustaba mucho pero con quien duró pocos fines de semana. Estaba muy nerviosa, no sabía si a aquella edad y él con más experiencia sabría hacerlo bien. Demasiado pendiente del cómo. No lo recordaba.</i></b> Dudas, dudas, dudas. La inseguridad es algo de lo que hablamos mucho, A. y yo. Por suerte, ella encontró a alguien que le da muchos besos y que consiguió barrer las inseguridades bien lejos.<br />
<br />
¿Y el mío?, os estaréis preguntando. Bueno... Nadie me ha preguntado. Y tampoco es algo que me guste recordar. Prefiero pensar en todos los que están por llegar.</div>
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<br /></div>
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<div style="text-align: center;">
***</div>
</div>
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<b>¿CÓMO PARTICIPAR EN #COLECTIVODETROIT? </b> </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
1. Leer el “enunciado” del ejercicio.</div>
<div style="text-align: justify;">
2.Interpretar el “enunciado” del ejercicio libremente.</div>
<div style="text-align: justify;">
3. Escribir lo que te sugiera.</div>
<div style="text-align: justify;">
4. Publícalo en tu espacio.</div>
<div style="text-align: justify;">
5. Cuéntanoslo para que puedan enlazarte tanto en los comentarios como por las redes sociales.</div>
<div style="text-align: justify;">
6. No olvides usar el hashtag #ColectivoDetroit, y disfrutar la participación al máximo.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
En todos los libros de Svetlana Alexievich se emplea la misma técnica: se entrevista a una serie de personas que tienen una relación directa o colateral con un mismo suceso, ya sea el desastre de Chernóbil, la caída del comunismo soviético o la guerra de Afganistán. Sus obras son extensos reportajes sobre el "aftermath" de algunos de los capítulos más negros del siglo XX, crónicas de repercusiones perdidas que a veces se extienden durante décadas. Alexievich las llama "novelas a voces".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hemos hecho una misma pregunta a una serie de personas. En mi caso, les pedí que me hablasen de su primer beso: si recordaban cuándo fue o qué edad tenían, con quién y qué recuerdo tienen de él. Reconozca que ha sido muy divertido y especial poder leer todas las respuestas e intentar crear un todo con ellas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>No olvidéis visitar los ejercicios de <a href="http://quierosercomomaude.blogspot.co.uk/2016/08/momentos.html" target="_blank">Jen</a> y <a href="https://billetedecercanias.wordpress.com/2016/08/02/non-fiction/" target="_blank">Adri</a>, y en sus blogs iréis encontrando los links a los ejercicios de todas las personas que se van atreviendo a participar. ¡Feliz escritura! Brindemos</b> 🍸</div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><br />
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; line-height: 20px; opacity: 1; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-81592765086424909692016-07-31T23:40:00.002+02:002016-07-31T23:40:21.794+02:00Cómo sobrevivir a una semana sola <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEq_j4-NgJK7ALbs7Y3AHJIEOgNCI5GKVHjFNj5JmHlsysjZn_LaOj2xdarpLcVi2MCNL9q4L0sxMEv44jvH6muvYBYFrqLJermgGWeDfMjood5p63RhbH-WQ6eLYelC6ZdKl5xdSHyGI/s1600/IMG_3428+%25281%2529.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Oxford, 28 de julio de 2016.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Tras una semana en Oxford, la familia con la que vivo y con la que trabajo se fue de vacaciones a Francia. Según me avisaron días antes, se iban el 22 y no volvían hasta el 31, así que podría viajar por el país, volver a Barcelona o quedarme en la casa para explorar la ciudad y adaptarme un poco. Confieso que la idea de volver a casa durante una semana era tentadora, pero no era la opción valiente; además, solo hacía una semana que me había ido. Me haría más mal que bien.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así que, el viernes, se fueron. Y me quedé sola. Creo que durante el primer día no fui consciente de que estaba completamente <i>sola</i> en un país que no era el mío. Di vueltas por la casa, recuerdo, pensando en qué podía hacer primero. Recuerdo, también, que fui al garaje y me quedando delante de la bici, como diciendo <i>o tú o yo</i>. Me peleé con el sillín para bajarlo todo lo que pude, y aun así me quedaba alto, pero es que no está el mundo hecho para los bajitos. El pánico que sentí al levantar los pies por primera vez y al tomar la primera curva no se me olvidarán jamás. Tardé unos cuantos segundos en recordar que tenía que ir por la izquierda, y ahí empezó lo malo: demasiada tensión en diez minutos de viaje en bici de la casa a Summertown, una zona al norte de la ciudad llena de tiendecitas y cafeterías. Pero llegué, y supe que tarde o temprano dominaría a aquel montón de hierros azul con cestita delante y sillita para niño en la parte de atrás.<br />
<br />
Y lo hice. Oh, vaya que si lo hice. El segundo día me atreví a ir al centro, pedaleando con coches y autobuses pasando a menos de un metro de mí. Al bajar me temblaban las piernas, no os voy a mentir, pero allí estaba, con todo el centro de Oxford para mí sola. ¿Qué os puedo decir, si no encuentro palabras para describirlo? Las librerías, las tiendas, los edificios, las calles... Cada esquina, cada adoquín que puede que hayan pisado Tolkien, Lewis Carroll o C.S. Lewis, cada pub escondido, cada bicicleta apoyada en una pared sin cadena porque realmente no hace falta.<br />
<br />
Y por último, pero no por ello menos importante, me estoy pintando los labios de rojo. Ese rojo oscuro que tanto adoro y que descubrí hace dos días que ya no vendían, pero que pienso seguir llevando hasta que lo termine y tenga que encontrar un sustituto que esté a la altura. Ese rojo que me hace sentir segura y con el que he estado paseando, sea caminando o en bici, por una ciudad mágica que pronto espero poder llamar hogar, al menos durante el tiempo que me queda aquí; tiempo que, ojalá, pase despacito para poder disfrutar de cada segundo.</div>
<span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span><span style="background-color: #bd081c; background-position: 3px 50%; background-repeat: no-repeat no-repeat; background-size: 14px; border-bottom-left-radius: 2px; border-bottom-right-radius: 2px; border-top-left-radius: 2px; border-top-right-radius: 2px; border: none; color: white; cursor: pointer; display: none; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , sans-serif; font-size: 11px; font-style: normal; font-weight: bold; left: 32px; line-height: 20px; opacity: 0.85; padding: 0px 4px 0px 0px; position: absolute; text-align: center; text-indent: 20px; top: 24px; width: auto; z-index: 8675309;">Guardar</span>Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-53955875423811567082016-07-29T13:34:00.002+02:002016-07-29T17:39:27.360+02:00Evie y la película en Nueva York<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC3BPuVpBqiLbnsEMp-kxaeuXunLVhwcJMwMpFOaYlduYVRS1YR3vZr6xl8euoir491Q9NIXyBrArxoFL9bDeRkSR4A4zuwrAK2_dmlg5ig_Gv0EoEMgAVT4andSYgwDemSjghu9EQqRk/s1600/newyork-movie.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>New York Movie</i> de Edward Hopper (1939)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Los labios de Evie se movían solos. Su mirada, apagada por el peso de las horas, se perdía en algún punto de la moqueta mientras, casi sin darse cuenta, repetía los diálogos de la película al mismo tiempo que lo hacía la actriz de la pantalla.<br />
<br />
Aquella noche no era diferente a las demás. La gente empezó a entrar en la sala a las diez menos cuarto, cuando había abierto la puerta con exquisita puntualidad. Ni un segundo más ni uno menos. La mayoría eran parejas, ellos trajeados y serios y ellas colgadas de sus brazos, sonriendo y mirando alrededor, maravilladas. Evie no podía evitar sentir pena por ellas, que se contentaban con tan poco: ir del brazo de un hombre para que todos pudieran verlas. Y ella, siempre sola, ayudando a las parejas a encontrar sus asientos y, una vez empezaba la película, debía quedarse allí de pie, esperando a que alguien la necesitara.<br />
<br />
Nunca la necesitaba nadie.<br />
<br />
Mientras la mujer en pantalla le confesaba al hombre cuánto lo amaba, Evie pensó que si desaparecía ahora nadie se daría cuenta. Podría salir a la calle, disfrutar de verdad de la noche por primera vez, ponerse aquel vestido que había comprado dos meses atrás y que todavía no había podido estrenar porque pasaba todas las noches encerrada en una sala de cine. Podría ponérselo, pintarse los labios de carmín y salir a bailar. Sola, lo haría sola, y le importaba bien poco lo que diría la gente al verla allí sola, sin estar colgada del brazo de un hombre. Podía cuidarse sola, podía disfrutar sola, podía salir a bailar y pintarse los labios y ponerse aquel vestido que había comprado para ella misma.<br />
<br />
Porque le había gustado cómo se ajustaba a sus caderas, sin pensar por un momento en si le gustaría a quien la mirase. Por eso, pensó, allí de pie en la sala de cine oscura, le había gustado tanto: porque no había pensado en nadie más que en ella.<br />
<br />
Sonriendo y un poco asustada, abrió la puerta de la sala y salió. Pero no paró ahí: escuchaba a sus compañeros de trabajo y a su jefe llamándola, recordándole que su turno no había terminado, pero Evie siguió caminando, sus tacones retumbando en las baldosas. Y cuando salió a la calle, Nueva York la recibió como si llevase años esperándola.<br />
<br />
Y a lo mejor así era.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
***</div>
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: center;">
<b>¿CÓMO PARTICIPAR EN #COLECTIVODETROIT? </b> </div>
<div style="text-align: justify;">
1. Leer el “enunciado” del ejercicio.</div>
<div style="text-align: justify;">
2.Interpretar el “enunciado” del ejercicio libremente.</div>
<div style="text-align: justify;">
3. Escribir lo que te sugiera.</div>
<div style="text-align: justify;">
4. Publícalo en tu espacio.</div>
<div style="text-align: justify;">
5. Cuéntanoslo para que puedan enlazarte tanto en los comentarios como por las redes sociales.</div>
<div style="text-align: justify;">
6. No olvides usar el hashtag #ColectivoDetroit, y disfrutar la participación al máximo.</div>
</blockquote>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<u>Enunciado</u>: el ejercicio de esta semana es muy sencillo. Se trata de elegir una obra de arte, la que tú quieras: un cuadro, una escultura, tu obra de arquitectura favorita... Incluso una fotografía, una cerámica. Todo vale. Seguro que esa obra de arte tiene su propia historia, lo que su autor nos trataba de contar. A veces las interpretaciones de esas obras de arte están tan instaladas en nuestro inconsciente que es lo único que vemos. Esta vez te retamos a que las reinventes. Elige esa obra de arte, deshazte de toda influencia y cuéntanos otra historia, la tuya.<br />
<br />
<b>Hace algunas semanas vi que <a href="http://quierosercomomaude.blogspot.co.uk/search/label/Colectivo%20Detroit" target="_blank">Jennifer</a> y <a href="https://billetedecercanias.wordpress.com/category/detroit/" target="_blank">Adri</a> empezaban este proyecto y supe que tenía que unirme, así que aquí está mi primera aportación. Pasad por sus blogs para saber más sobre el #ColectivoDetroit y también para leer sus otras entradas, que son maravillosas</b> 🍸</div>
</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-61988573566880043922016-07-23T09:00:00.000+02:002016-07-23T10:52:33.340+02:00Siete días en tierras inglesas me han enseñado cosas<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyVFzn8H3V_XNJO0Ov7LUHJp5BBQVERCh5fQotNtOLY0V8FAQZ_FhTOXo63ZKrk4r-z_T54sMnTeVW4srFxU7ivR6Ep687isEgpxcmGY-n9O9e_8Htl52vCM87xLfBj3z-9tSi-pmCSZ4/s1600/Cn-4jvVWAAE4Azv.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La foto es mía, tomada el 22 de julio del 2016. Oxford, Inglaterra. Puente de los suspiros.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Eran las 10:15 de la mañana de un sábado cuando me subí al avión. Ni siquiera pensé que el pequeño paso del aeropuerto a la puerta de embarque sería el último que daría en suelo barcelonés. Encontré mi asiento sin problemas, dejé la pequeña maleta azul en la cabina y me senté a esperar a mis compañeros de asiento, que nunca llegaron. Me gusta pensar que el destino me dejó aquellos tres asientos para mí sola para que pudiera desahogarme con tranquilidad. No fue hasta que el avión despegó y vi la costa alejándose bajo mis pies que lloré. Un poquito nada más, pero hay cosas que no pueden evitarse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De eso hace ya una semana. En estos siete días en Oxford he descubierto cosas muy importantes para entender este país y por qué los británicos son tan... <i>especiales</i>. Primero, y creo que es el punto más importante, los ingleses beben tanto té con leche por una razón: no saben hacer café. Tan simple como eso. Lo intentan, de verdad que sí, pero parece que les dé pavor poner un poquito más en la cafetera, y lo que se suponía que debía ser una taza humeante de café negro y delicioso se acaba convirtiendo en agua sucia con cierto regustillo amargo. Nada que os recomiende, si os soy sincera. Otra cosa que me lleva por el camino de la amargura es el tener que ir por la izquierda cuando cojo la bici. No sé si es por inercia, pero en España no me costaba nada ir en bicicleta cerca de una pared o un bordillo a la derecha, pero ir al centro y volver por la izquierda, con coches y autobuses pasando a centímetros de mí, me ha ayudado a darme cuenta de que no es nada fácil hacer algo aparentemente tan simple como cambiar de lado en la carretera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La comida... Eso es otro asunto. Demasiada mantequilla, demasiado queso, demasiada leche. Nada de aceite, apenas tomates, poco zumo sin cincuenta quilos de azúcar entre los ingredientes. Aunque eso no me preocupa mucho, porque creo que investigando a fondo en el supermercado puedo llevar una dieta más o menos equilibrada. Solo tengo que huir de la mantequilla, aunque a veces parece que va a aparecer una tarrina de pronto al doblar una esquina de la casa, gritando <i>¡te pillé!</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo importante aquí, creo, es que la familia es genial y que creo que me lo voy a pasar muy bien. No quiero hablar de lo malo —los bajones, el echar de menos, el miedo a absolutamente todo— porque para eso ya tengo mi diario. Así que eso es todo, supongo. De momento estoy bien, y planeo leer y escribir mucho, así que os espero al otro lado de la pantalla 🌻.</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-40912126961710423322016-06-29T18:39:00.002+02:002016-07-05T15:22:27.199+02:00Cambio de rumbo<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://1.bp.blogspot.com/-QZixi-paKUs/V3P2-w9kFRI/AAAAAAAAGww/p8CsSwzBN6ATaUDr-IrDcIaNuniRCN8wQCLcB/s1600/a1193d13adf3ca0765496be86763c56e.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://hemlocksandraindrops.wordpress.com/2014/06/17/snaps/?preview=true&preview_id=585&preview_nonce=48c313d7fa&post_format=standard" target="_blank">imagen</a></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Llevo más de una hora limpiando el polvo y reordenando Palabritas como he podido. No han sido meses fáciles, y es que trabajar de profesora mientras estudias significa una cosa: se te juntan dos fines de curso. Pero ahora que he acabado la aventura que ha supuesto este curso, me toca empezar otra, y me apetecía volver a este rincón para hablar un poco de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si me seguís en Twitter probablemente ya lo sepáis, pero por si acaso... Bueno, resulta que en enero, entre la desesperación de los exámenes y trabajos finales del primer cuatrimestre, decidí que era hora que hacer algo que llevaba años queriendo hacer: planear largarme un año al extranjero. No he podido hacer erasmus, y la idea de pasar 12 meses lejos de España me parecía una idea buenísima. Así que pensando, llegué a la conclusión de que ser au pair era la mejor opción: tengo experiencia de sobra con niños y me gusta trabajar con ellos, además de que no tendría que preocuparme de la comida y de encontrar (y pagar) un lugar en el que vivir. Entré en una web, creé mi perfil y empezaron a contactar varias familias. En poco más de dos semanas había encontrado una familia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sobra decir que me <i>acojoné</i>. Lo había hecho como un impulso, puede que para encontrar el escape que necesitaba en aquel momento con todo el estrés que llevaba encima, pero haber encontrado a una familia lo hacía todo oficial. Pero todavía quedaban seis meses, así que tenía tiempo de sobra para hacerme a la idea. Bueno, pues resulta que pestañeé y ya estábamos a mediados de junio y quedaba justo un mes para largarme. Y sigo sin asimilarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El 16 de julio cojo un avión rumbo a Londres. Pero ése no es mi destino final. Tras un viaje en bus que espero llegar a tiempo para coger, mis maletas, mis miedos y yo llegaremos a Oxford (!!!!!!!!), el que será mi hogar durante un año (!!!!!!). ¿OS LO PODÉIS CREER? Lo he hecho. Me he atrevido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como siempre que duermo mal y/o tengo el corazón roto, he decidido que me voy a pintar los labios cada día y que voy a empezar a llevar vestidos y faldas, porque me gustan mucho y basta ya de querer esconderme. Tengo 25 años y voy a lanzarme a la aventura, qué menos que hacerlo estando más bonica que Beyoncé, como diría mi querida Lucía Be. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Palabritas y yo vamos a cambiar de rumbo (otra vez) y espero hablaros mucho por aquí, de lo que sea que me apetezca en ese momento. ¡Cómo echaba de menos el ruido de las teclas! Os espero, a quien sea que quede detrás de la pantalla llena de polvo. Chin-chín 🍸, y nos leemos.</div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-49432116202135785502016-03-10T12:44:00.001+01:002016-03-10T12:45:16.922+01:00Salt to the Sea (Ruta Sepetys)<div style="text-align: center;">
<i> </i><i>«</i><i>I didn't want to be strong. I didn't want to be the 'smart girl'. </i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>I was so very tired. I just wanted it all to be over</i><i>»</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj77OIl_u7TZltrYJW2p1LsoURYSYUOqVh1HXLBK5Fs6xwcJequ3AnEgWGIRyD_NFRfI9mheArN_ahvjmpXC32hF-1flJMwa_-ebM2hg4MWdDw2qskDCXBcu_5jLh5gwDBUmhfYQHdk4yA/s1600/9780399160301.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj77OIl_u7TZltrYJW2p1LsoURYSYUOqVh1HXLBK5Fs6xwcJequ3AnEgWGIRyD_NFRfI9mheArN_ahvjmpXC32hF-1flJMwa_-ebM2hg4MWdDw2qskDCXBcu_5jLh5gwDBUmhfYQHdk4yA/s320/9780399160301.jpg" width="213" /></a></div>
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Ruta Sepetys sabe cómo llegarme al alma. Nunca sé cómo lo hace: <b>a veces creo que son las historias, aunque también podrían ser los personajes o sus narradores</b>. La verdad es que no creo querer saberlo. Prefiero esperar dos años a su nueva novela y dejarme sorprender, quedarme leyendo hasta las 3 de la mañana y acabar llorando, ya sea de tristeza o de emoción.</div>
<blockquote class="tr_bq">
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<span style="color: #073763;">World War II is drawing to a close in East Prussia and thousands of refugees are on a desperate trek toward freedom, many with something to hide. Among them are Joana, Emilia, and Florian, whose paths converge en route to the ship that promises salvation, the Wilhelm Gustloff. Forced by circumstance to unite, the three find their strength, courage, and trust in each other tested with each step closer to safety.</span></div>
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<span style="color: #073763;">Just when it seems freedom is within their grasp, tragedy strikes. Not country, nor culture, nor status matter as all ten thousand people—adults and children alike—aboard must fight for the same thing: survival.</span></div>
</blockquote>
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En <i>Salt to the Sea,</i> Ruta ha hecho algo que no conseguía desde su primera novela: me ha sorprendido. Y hablo de sorprenderme narratológicamente hablando, porque <b>en cuanto a su sensibilidad a la hora de escribir sigue siendo la misma.</b> Y es que en esta novela no nos encontramos con un solo narrador/protagonista, sino con cuatro. Cada uno (Florian, Joana, Emilia y Alfred) tiene voz propia, y es su voz narrativa la que va creándolos como personajes a la vez que se completan los unos a los otros; se compensan, y poco a poco nos traen una historia cruda y real contada desde lo individual, desde el alma.</div>
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<b>Joana</b>, mi personaje favorito, es una chica de veintiún años que huyó de Lituania hace cuatro; concretamente en 1941, justo el año en el que empieza <i><b><a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/2011/11/entre-tonos-de-gris-ruta-sepetys.html" target="_blank">Entre tonos de gris</a></b></i>, la primera novela de la autora. Y es que Ruta ha decidido recuperar a este personaje, la prima de Lina, para contar su historia cuatro años después, cuando se encuentra huyendo de los rusos y de los alemanes —¿quién es realmente el enemigo?— en busca de libertad. Después está <b>Florian</b> —quizás el mejor personaje de la novela en cuanto a evolución y profundidad—, un chico que guarda un secreto que puede llevarle a su venganza contra el mismísimo Hitler pero que acabará entendiendo que hay cosas más importantes que la venganza, y que en tiempos de guerra lo peor que puedes querer es estar solo. <b>Emilia</b>, cuya voz narrativa es la más especial debido a su edad y a cómo entiende el mundo. Y por último <b>Alfred</b>, un joven soldado nazi que escribe cartas imaginarias a su amada y cuyo secreto es quizás el más chocante de la novela, y es que sus capítulos, narrados con tanta convicción, me hacían sentir incómoda y con ganas de gritar.</div>
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Creo que no exagero cuando digo que <b><i>Salt to the Sea</i> es la mejor novela de Ruta Sepetys hasta la fecha</b>. El juego de narradores no solo tiene sentido, sino que ejerce de estructura narrativa y consigue que el ritmo se adapte a cada situación y a cada parte de la novela. Cuando la situación se convierte en puro caos hacia el final de la novela, es la narración y el cambio de narrador lo que consigue crear esa sensación, sin que tenga que decirse explícitamente. Son la estructura y la voz narrativa las que crean los cambios de ritmo y de tono, y no al revés.</div>
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Joana, Floran, Emilia, Klaus, el poeta de los zapatos... Tantos personajes, tantas vidas, tantos pensamientos... Nunca olvidaré esta historia, y <b>nunca podré agradecerle lo suficiente a Ruta que dé a conocer esos momentos de la historia que han sido silenciados</b>. Ya no más. Es hora de contarlos, y si se hace con tanto cariño y talento, mejor.</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
The old man spoke of nothing but shoes. He spoke of them with such love and emotion that a woman in our group had crowned him "the shoe poet". The woman disappeared a day later but the nickname survived.<br />
"The shoes always tell the story," said the shoe poet.<br />
"Not always," I countered.<br />
"Yes, always. Your boots, they are expensive, well made. That tells me that you come from a wealthy family. But the style is one made for an older woman. That tells me they probably belonged to your mother. A mother sacrificed her boots for her daughter. That tells me you are loved, my dear. And your mother is not here, so that tells me that you are sad, my dear. The shoes tell the story."<br />
I paused in the center of the frozen road and watched the stubby old cobbler shuffle ahead of me. The shoe poet was right. Mother had sacrificed for me.</blockquote>
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Podéis comprarlo <b><a href="http://www.libreriainglesa.com/libros/salt-to-the-sea/9780399546051/" target="_blank">aquí</a></b></div>
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Ficha de <a href="https://www.goodreads.com/book/show/25614492-salt-to-the-sea" target="_blank">Goodreads</a></div>
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Por si os interesa la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/MV_Wilhelm_Gustloff" target="_blank">historia </a>detrás del libro</div>
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Reseñas de las novelas de la autora: <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/2011/11/entre-tonos-de-gris-ruta-sepetys.html" target="_blank">aquí </a>y <a href="http://palabrascomosouvenir.blogspot.com.es/2013/03/out-of-easy-ruta-sepetys.html" target="_blank">aquí</a></div>
Cristina Leitónhttp://www.blogger.com/profile/03416453929602693979noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-729068402911085355.post-22998036862631942002016-02-26T23:44:00.000+01:002016-02-27T00:38:26.215+01:00Fantasmas y alfombras<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0Qvl8NftDR_-aJxD7l5BJ9vh5gUyIozb-AEFq_x_qUKAEqbPsTT8TTO0bwitaj_QHVRn6MjOsfE0Mc02JjGrvrwZHKGL9xDgzUc7S-RI67e2Mc4WX3OUShvpLZFaN43i97FuqZIobxPE/s1600/blog.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://jojotastic.com/2014/09/08/pinspiration-station-fall-feeling/" target="_blank">fuente</a></td></tr>
</tbody></table>
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Tras varios minutos en silencio, tuvo que dejar la taza en la mesita de noche para que el café no terminase derramado en las sábanas blancas. Empezaban a temblarle las manos. Elna cerró los ojos e intentó acompasar la respiración con los latidos de su corazón, porque ya sabía qué significaban aquellos temblores y no iba a permitir que ocurriera de nuevo. No por segunda vez en la misma semana. No más.<br />
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La pantalla del móvil se encendió encima del cojín, a los pies de la cama. Elna pudo ver, antes de que se apagase la pantalla, que era un mensaje de James. Hacía varios días que no hablaban, y al parecer se había acordado de su existencia y había decidido hablarle, o a lo mejor simplemente necesitaba algo. Daba igual. Tenía otras cosas de las que preocuparse, empezando por el temblor de las manos y las lucecitas que empezaba a ver ante sus ojos.<br />
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—Mierda, mierda, mierda... —susurraba casi sin abrir los labios, como si el simple hecho de articular cada uno de los sonidos fuera una manera de recordarse a sí misma que seguía siendo capaz de hablar, aunque no hubiera nadie para escucharla.<br />
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Se sentó en la alfombra con dificultad, como si los músculos no le respondieran como ella quería. Sentía que no era capaz de controlar su cuerpo. Aquella siempre era la peor parte. Cerró los ojos y colocó las manos a ambos lados de sus muslos, con las palmas boca abajo encima de la alfombra. Poco a poco, como si fuera hierba, pasó los dedos por las cortas hebras marrones, suaves como el pelaje de Wonka.<br />
<br />
Pensar en el que había sido su perro durante la infancia logró tranquilizarla durante unos segundos, pero no fue suficiente. Las luces seguían allí, incluso con los ojos cerrados, y se convertían poco a poco en pequeños pinchazos en las sienes. Se le aceleró la respiración y Elna pensó, justo entonces, en qué había hecho mal para merecer aquello, para merecer estar así, sola y con un ataque de pánico y ansiedad y toda la mierda que llevaba dentro y que era incapaz de compartir con el mundo.<br />
<br />
Ojalá alguien se hubiera acercado a ella para decirle que no estaba sola, ¿verdad? Alguien entrando en esa habitación, arrodillándose a su lado y poniendo una mano en su hombro tembloroso. Solo eso, un apoyo, compañía, alguien con quien poder desahogarse. Pero no había nadie nadie, y los pinchazos cada vez eran más fuertes y la respiración más difícil de controlar.<br />
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Y si algo puedo deciros es que menos mal que Elna no fue capaz de ponerse de pie y leer el mensaje de James, porque si lo hubiera hecho en ese momento... Bueno, si lo hubiera hecho, la taza de café se habría volcado en la mesita de noche y el café habría llegado hasta la alfombra, formando una mancha marrón oscuro, expandiéndose despacio entre las hebras que le recordaban a Wonka.<br />
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Pero no lo leyó en aquel momento, así que el café no cayó, la alfombra siguió intacta y Wonka siguió en los confines de su memoria, junto al bolso rojo que le regaló su abuela aquel verano y el recuerdo de la primera vez que probó el helado de leche merengada con canela por encima.<br />
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Así que, llegados a este punto, con Elna sentada en la alfombra intentando frenar el ataque de ansiedad que le agarrotaba todo el cuerpo. podemos incluso estar tranquilos de que el mensaje no lo leyera hasta la mañana siguiente.<br />
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Elna tenía bastante en aquel momento con sus propios fantasmas como para lidiar con el del hermano de James.<br />
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