Recuperando Clásicos: Con faldas y a lo loco (Billy Wilder)

Título original: Some Like It Hot

País: Estados Unidos

Año: 1959

Director: Billy Wilder

Guión: Billy Wilder & I.A.L. Diamond

Reparto principal: Marilyn Monroe, Tony Curtis & Jack Lemmon

Género: Comedia (ambientada en los años 20)

Premios: 6 nominaciones al Óscar. Ganadora de 1 Óscar (Mejor Vestuario)

Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado por un millonario que quiere casarse con él. 

Monroe. Curtis. Lemmon. WILDER, WILDER, WILDER. ¿Puede haber una mezcla más explosiva e inolvidable? Cuando hice la lista de películas que iban a aparecer en esta sección, tanto mi padre como yo coincidimos en que Con faldas y a lo loco era una de ellas sin duda alguna. Tanto por su reparto, como por su director y guión. Todo ellos, en blanco y negro y cargado de humor, compone una de las mejores comedias que se ha grabado en todo lo que llevamos de historia del cine.

Y es que la película no habría sido lo mismo sin su director. Uno de mis preferidos, Billy Wilder siempre será recordado por su humor y sus películas que se han convertido en clásicos con el paso de los años. Pocos hicieron tantas joyas en la época dorada de Hollywood, y que es uno de los directores que más ha influido es algo que no tiene discusión. Por eso no me sorprendió nada cuando en la pasada gala de los Premios de la Academia, en el momento de su discurso tras ganar el Óscar a Mejor Película por The Artist, Michel Hazanavicius dijo con su marcado acento francés: "I want to thank three person: I want to thank Billy Wilder, I want to thank Billy Wilder, and I want to thank Billy Wilder".

El millonario y Dafne en mi escena preferida

Muchos directores tienen un actor fetiche, si es que podemos llamarlo así, y el de Billy Wilder fue, sin duda, Jack Lemmon. En esta entrada me voy a centrar en él (y no en Marilyn, como seguramente muchos esperabais), y es que es uno de mis actores preferidos. Su gran carisma y su facilidad de hacer reír al espectador sólo con una mirada me permiten ponerlo al mismo nivel que mi queridísimo Cary Grant. En Con faldas y a lo loco se sale: vestido de mujer, llega a meterse tanto en el papel que cuando uno millonario le pide matrimonio (pensando que realmente es Dafne, y no Jerry) no duda en aceptar. Además, ambos son los artífices de mi escena preferida en toda la película. Y son precisamente estos dos personajes los protagonistas de la mítica escena final. Ya se sabe que los finales de las películas de Wilder son únicos, pero seguramente el más conocido sea el de Con faldas y a lo loco.

Siempre os traigo algunas curiosidades de las películas que aparecen en esta sección, y esta vez no será menos. Para comprobar si daban el pego como mujeres, Curtis y Lemmon se vistieron con sus vestidos y pelucas y no se les ocurrió otra cosa que meterse en un baño de señoras del estudio y empezar a maquilarse en el espejo. Al ver que ninguna de las demás mujeres se daba cuenta de nada, tuvieron seguro que no lo hacían nada mal. Y en cuanto a Marilyn... Sí, es un icono, pero no pasará a la historia por ser una buena actriz: llegaba cada día dos horas tarde al rodaje, a veces se encerraba en su camerino y se negaba a salir, tuvo que repetir una toma 47 veces (toma en la que sólo tenía que decir 'Soy yo, Sugar', pero al parecer se le olvidaban hasta los diálogos más sencillos), y todos los del equipo de rodaje acabaron tan hartos de ella que no fue invitada a la fiesta de fin de rodaje.

Con faldas y a lo loco es una de mis películas preferidas, tanto entre todas las que conforman esta sección como en general. No exagero ni miento cuando digo que he llegado a llorar de la risa con ella y siempre me muero de ganas de que la gente que conozco la vea (si es que no lo han hecho ya). En definitiva, un clásico que sigue sacando sonrisas y carcajadas tras todas estas décadas, y que estoy segura de que lo seguirá haciendo en todas las generaciones que están por llegar.