«Si ahora me encontraras en un tren.. ¿Hablarías conmigo?
¿Me pedirías que me bajara contigo?»
Cuando llevo tanto tiempo esperando para ver una película, lo normal es que me siente en mi butaca un poco nerviosa. Cuando entré en la sala del cine dispuesta a ver, por fin, Antes del anochecer, no había ni una gota de nervios en mi cuerpo. Sabía que Jesse y Celine no me fallarían. Así que me senté delante de la pantalla dispuesta a disfrutar. Y a sufrir. Y, oh, pude hacer las dos cosas.
Jesse y Celine se encuentran de nuevo, esta vez en la hermosa Grecia. Han pasado nueve años desde su segundo y último encuentro romántico y casi dos décadas desde que coincidieron en aquel tren con destino a Viena. ¿Todavía les queda una oportunidad?
Si algo caracteriza esta trilogía es el paso del tiempo. Los años han pasado entre las películas, dándole tiempo a la historia, a los personajes y al espectador. La vida ha seguido su curso y ha ido dejando huellas en Jesse y Celine, y sobre todo en su historia. Las tres películas no son más que un regalo para nosotros, que hemos tenido el privilegio de ser testigos de tres momentos clave de sus vidas: la noche en la que se conocieron y enamoraron, el intenso y corto reencuentro nueve años después y, por fin, casi una década después, un día de verano en la vida de la pareja, un día que cambiará muchas cosas... O puede que ninguna.
Creo que todos deseábamos tener noticias sobre Antes del anochecer sólo para conocer la respuesta a la GRAN pregunta que nos atormentaba después del final de la segunda película: ¿Perdió Jesse su avión? La sorpresa se perdió con el trailer (en el que conocemos más o menos qué ha pasado en estos nueve años), pero nada puede preparar a un seguidor de la historia de Jesse y Celine para lo que va a encontrar en Antes del anochecer. Los diálogos tan naturales y sinceros de las dos entregas anteriores vuelven a robar casi todo el tiempo de la película, pero esta vez llegan al espectador cargados de rencor, dolor y palabras no dichas durante nueve años. El tiempo pasa y la vida no es lo que ambos esperaban de ella, así que intentan buscar consuelo de la manera más humana: atacando lo que más quieren porque saben que es lo que no van a perder. Aunque, claro, puede que esta vez sí lo pierdan.
La película pasa rápido, como las dos anteriores, y todo se debe al equipo perfecto formado por el director y la pareja protagonista, que a la vez son los encargados del guión. ¿Y quién mejor para escribir la historia de Jesse y Celine que los actores que les dan vida? Porque tanto Ethan como Julie son Jesse y Celine. Han envejecido y madurado con ellos, porque son ellos. Cuando aparecen juntos en pantalla (que es casi siempre) se crea la misma magia que pudimos disfrutar en aquella primera noche en Viena y en aquel paseo por París. Las palabras fluyen, las sonrisas se contagian y el nudo en el corazón es cada vez más grande. Y cuando piensas que ya no puedes más, que necesitas que aparezcan ya los créditos para asegurarte de que todo ha acabado como tú querías, llega la escena del hotel. Y llega la perfección en el guión y en las interpretaciones.
¿Será la última vez que sabremos de Jesse y Celine, o dentro de nueve años tendremos una sorpresa? Quién sabe. Yo, de momento, seguiré disfrutando una y otra vez de las tres películas y de la historia de amor (y de vida) que me muestran, que es una de las más especiales, sencillas y brutales que he tenido el placer de encontrar. Porque para mí son una muestra perfecta de la magia del celuloide, ese algo mágico que sólo el séptimo arte puede conseguir.
Me alegro de que te gustara tanto la peli. Yo también estoy deseando de verla :)
ResponderEliminarYo también tengo ganas de verla, tiene buena pinta^^
ResponderEliminarUn beso
debe ser un bonito experimento, de hacer la pelicula con los mismos actores y espacios de tiempo :)
ResponderEliminarTengo que ver primero las dos primeras para hacer buena memoria :) qué ganicas de saber más de estos dos <3
ResponderEliminarTengo muchas ganas de verla. Me muero por saber qué ha pasado durante estos nueve años y si tienen un final feliz.
ResponderEliminarPero por otro lado me da miedo que no pase lo que quiero que pase. Aunque conociendo las otras películas seguro que nos dejará en dudas!
Este es el tipo de películas predilectas de mi padre. Y si tiene un poco de comedia mezclada con drama, ya flipa (tulipa, por supuesto, como tú dices) con la película. Desgraciadamente, no he visto ninguna de la trilogía. Creo que me pueden gustar pero, no sé porqué, este tipo de películas me gustan pero una vez las he visto, cuando pasan un par de años, me olvido totalmente de ellas. De todas formas, te aviso de que gracias a tí o por tu culpa (tendré que descubrirlo... :) voy a hacer reseñas cinematográficas en mi blog. Además, me he propuesto el reto de ir al cine al menos una vez al mes. Ya veremos, ya veremos...
ResponderEliminarEn fin, muchísimas gracias por la reseña... ¡Un besote!
Me encantó la peli, llevaba mucho tiempo deseando que se estrenara, y desde luego no decepciona en absoluto. Aunque mi preferida sigue siendo la segunda, porque esta me dejó un poso un poco amargo. Es taaaaan fácil verse reconocidos en las discusiones y problemas de esta pareja... Si la segunda peli te dejaba con el subidón de imaginarte qué pasaría con ellos, esta tercera es como el choque con la realidad, que nunca resulta exactamente como tenías en mente en un principio. Esta vida no está hecha para soñadores!!
ResponderEliminarMañana iré a verla en versión original en un cine de barrio de mi ciudad. Las dos primeras partes me encantaron y esta no quiero perdérmela por nada en el mundo. Espero que esté a la altura de las 2 primeras. ¡Qué nervios! :)
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