Casi genial (Benedict Wells)

«—La vida es una mierda porque la vida es una mierda —dijo Anne-May.

Y punto pelota.»

Pocas veces ocurre que un título le vaya tan bien a una novela, y es que Casi genial es precisamente como su título indica: casi genial. Tengo la suerte de empezar mis lecturas sin tener en cuenta la opinión de los demás, así que nunca me escucharéis decir «no era lo que esperaba» o, lo que más rabia me da, «me ha decepcionado». Nunca hay expectativas que superar. Únicamente la historia, el narrador y yo. Tal vez por esto Casi genial me ha sorprendido, sobre todo en su final. No porque era algo diferente a lo que esperaba (ya que no esperaba nada, como he dicho) sino porque la novela en sí es diferente. Y eso me ha encantado.

¿Y si la sangre de un genio corriera por tus venas y tuvieras la posibilidad de hacer realidad tus sueños?

Eso mismo le pasa a Francis, un joven de diecisiete años que se considera un fracasado, nunca ha conocido a su padre y vive en un pueblecito perdido de Nueva Jersey con su madre. Pero cuando descubre la rocambolesca historia que hay detrás de su concepción, un mundo de posibilidades se abre ante él. Acompañado de dos amigos, Francis emprenderá un alocado viaje en busca de sus orígenes y de su destino.

La historia encerrada en las páginas de Casi genial se centra en Francis, el protagonista que nos llevará de punta a punta de Estados Unidos para encontrar a su padre y, ya de paso, a sí mismo. A pesar de ser un personaje que en un primer momento parece no evolucionar, hacia el final de la novela se notan claramente todos los cambios que ha sufrido a lo largo del viaje, cambios que lo han convertido en una persona diferente.

Pero Francis no viaja solo. Lo acompañan Grover, su mejor amigo, y Anne-May, una chica con problemas que conoció en el psiquiátrico en el que estaba ingresada su madre. Ambos son personajes imprescindibles en la historia, ya que no solo acompañan a Francis en la búsqueda de su padre, sino que también viajan por sus propios motivos. Ambos cambian y evolucionan también, cada uno a su manera, y se cambian la vida entre ellos sin darse cuenta. Lo que empieza como un viaje entre amigos acaba convirtiéndose en un viaje al interior de ellos mismos, en el que descubrirán que la vida no es algo fácil y que hay que tomar decisiones para conseguir lo que uno quiere.

En ese momento, Francis notó una fuerte sacudida. Se asustó, no sabía lo que había pasado. alguien le había agarrado la cabeza y la había sumergido varias veces en agua fría. Alguien le había colocado en una catapulta y lo había disparado a mil metros de altura. Alguien le había golpeado con toda su alma en el pecho, pero curiosamente no le dolía. Todo sucedió de repente. Eran las 14:32. A partir de entonces, ya nada sería igual para Francis Dean.

Tras acabar de leer el libro me di cuenta de algo importante, algo que no había visto mientras leía. Puede que el protagonista aparente sea Francis, ya que toda la historia gira en torno a él. Sin embargo, y esto es solo mi opinión, los verdaderos protagonistas de Casi genial son la suerte y el destino. Benedict Wells hace referencia constantemente, de manera directa o indirecta, a la conexión entre casualidad y destino. ¿Nosotros decidimos nuestro futuro o está todo en manos del azar? ¿Vale la pena intentar cambiar las cosas o es inútil? ¿Está todo escrito o podemos escribir nuestra propia vida? Un lanzamiento de moneda abre la novela, mientras que es una bola rodando en una ruleta lo que la cierra. Cuando el ser humano se siente inseguro o no se atreve a tomar decisiones, lo deja todo en manos del azar. Puede que no seamos tan dueños de nuestro destino, al fin y al cabo.

Las cuatro últimas páginas son, probablemente, uno de los finales que más me han gustado. Lo resumen todo: lo ocurrido anteriormente y cómo ha cambiado la vida de Francis tras el viaje, ya terminado. Cuatro páginas llenas de reflexiones, un viaje introspectivo a la mente de Francis en el que vemos, tal vez por primera vez, sus verdaderos miedos y deseos. Y en cuanto al final... ¿Qué puedo decir? Me dejó sin palabras y con una sensación de no saber si me había gustado o no como punto final a la historia. Pero tras mucho pensarlo puedo asegurar que es el final perfecto para una historia marcada por la importancia del azar. Era el final que necesitaba la historia de  Francis, y Benedict Wells no dudó en arriesgarse a pesar de que pueda parecer todo lo contrario.

—¿Sabes una cosa? Siempre se dice que con trabajo duro y aplicación se puede alcanzar todo, pero a menudo se olvida que la suerte o la mala suerte desempeñan en la vida un papel aún más decisivo. Dependemos de la casualidad más de lo que queremos creer.