«El violín de Serena tiene cuatro cuerdas que dicen cosas»
Desde que leí El tiempo que nos une hace más de un año no he vuelto a ser la misma persona. Cambió algo en mí y también me ayudó a encontrarme un poco más a mí misma. No fue una lectura fácil, así que poder leer de nuevo a Alejandro Palomas me costó un año, pero al final me vi con las fuerzas y las ganas suficientes. El elegido fue Agua cerrada, y no me arrepiento de esta decisión. Al abrir sus páginas pude conocer a Isaac, Serena y Elsa, tres personas que se necesitan para seguir adelante. Y el camino no es fácil, pero eso es la vida, ¿no? Creo de todo corazón que las historias de Alejandro Palomas tienen dos ingredientes básicos: seres humanos y vida. Y es que, como suele decir él mismo: lo demás es literatura.
Tras décadas de silencio, Elsa invita a su hijo Isaac a un fin de semana en Venecia para confesarle una terrible verdad que lleva años callando. Pero un trágico suceso lo cambiará todo y Serena, la mujer de Isaac, tendrá que volar de improviso desde Barcelona al rescate de madre e hijo. Las dos mujeres se enfrentan entonces a un torbellino de confesiones que cambiarán para siempre la vida de los tres. Agua cerrada no es sólo la historia de un presente que circula entre Barcelona, Venecia, Serena, Isaac y Elsa. Es también el retrato de un amor tranquilo en el que la vida irrumpe por sorpresa, desencallando a su paso secretos, mentiras, temores, perdones y anhelos, y dando forma a un nuevo escenario en el que sus protagonistas deberán aprender a caminar de nuevo más libres, más ligeros, más maduros.
Lo primero que me llamó la atención de Agua cerrada fue su extensión. Al encontrarlo por casualidad en la librería de mi universidad no dudé ni un instante en hacerme con él, y me sorprendió muchísimo que fuera tan corto. 170 páginas que pueden parecer pocas en un principio, pero que una vez entras en la historia se alargan y expanden para crear un universo en tu cabeza en el que lo que importa son las palabras, tanto las pensadas como las dichas. Y las sentidas, por supuesto. Ésas siempre son las mejores. Aunque duelan. Y casi siempre duelen.
El primer capítulo lo leí en un tren que me llevaba al aeropuerto a las cinco de la mañana. Iba camino de Bruselas, un viaje que tanto yo como mis dos mejores amigas necesitábamos y merecíamos. Y decidí, por alguna extraña razón, que Agua cerrada iba a ser mi acompañante en el viaje. En el avión, mientras sobrevolábamos varios países, no podía dejar de pensar en ese primer capítulo. La leyenda de una joven que cae a las aguas de Venecia, la música y las palabras. Y dos días después, cuando visité Brujas, la vista de sus canales y de su agua me hizo recordar la novela que me esperaba en el hotel. Novela que no había podido seguir leyendo, por cierto, porque me daba miedo no estar preparada. Así que decidí esperar.
El agua de Venecia esconde ya demasiada oscuridad y en el limo de la laguna no hay espacio para más. Venecia se levanta sobre los secretos y errores de los que quisieron venir aquí a olvidar y la ciudad se hunde sobre ellos.
Tras un primer capítulo tan maravilloso, Alejandro Palomas nos adentra completamente en el presente y el pasado de Serena, Isaac y Elsa. Lo hace como ya lo hizo con Mencía y sus chicas: sin filtros, a través de palabras que duelen y dan vida a unos personajes tan complejos que no necesitas más que unas cuantas páginas para tener la sensación de conocerles realmente.
Y es que ése es uno de los aspectos que más disfruto de los libros de Alejandro. No hace falta conocer toda la historia de un personaje para sentir que es real y que ya forma de tu vida. La historia, el pasado, los sentimientos y los recuerdos vienen después. Primero, la vida; después, las palabras.
—Te entiendo.Eso dijo esa tarde junto al semáforo. Te entiendo. No «te quiero». No «cariño». No «cálmate». Y en esas dos palabras hubo mucho más de lo que nadie me había dicho hasta entonces. Hubo una verdad tan inmensa, tan vasta, que supe que era sincero. Y supe también que no me haría daño, que quizá Isaac había llegado a mi vida para enseñarme a defenderme de mí misma, a cuidar de mí.
Y así empieza una historia entre Barcelona y Venecia, entre una madre, un hijo y una mujer con un violín. No voy a contaros qué les ocurre, qué desean o qué piensan, porque eso es algo que hay que descubrir junto a ellos mientras se lee su historia. Pero hay dolor, eso sí puedo decirlo. Siempre hay dolor. Pero también hay música, miradas y palabras no dichas que a veces son más importantes que las pronunciadas. Y todo eso se queda en Venecia, encerrado en su agua, en sus canales. Y en una novela que os recomiendo sin dudarlo ni un segundo. Leed a Alejandro Palomas. Nunca me cansaré de repetirlo.
Leí porprimera vez al autor conEl tiempo que nos une y me enamoré de su prosa, compré El alma del mundo y Agua cerrada y aun no los lei,pero les tengo muchas ganas
ResponderEliminarYo también tengo por leer El alma del mundo, qué ganas de leerlo ♥
EliminarCada vez que te escucho decir algo de Alejandro Palomas me entran ganas de dejarlo todo y empezar a leer alguno de sus libros... Espero hacerlo pronto.
ResponderEliminarY yo espero que te gusta tanto como a mí :)
EliminarTengo la impresión de que quien lee a Alejandro Palomas por primera vez se siente atrapado por su obra y sabe que tendrá que leermás de este autor.
ResponderEliminarPues creo que me iniciaré en la obra de Alejandro Palomas con Agua cerrada, me resulta muy atractivo que la historia tenga lugar entre Barcelona y Venecia.
ResponderEliminarPD: estoy leyendo (y amando mucho) Donde termina el arco iris. Era justo la lectura que necesitaba. GRACIAS. ♥
Yo quiero releerlo antes de la peli ♥
EliminarAlgún día leeré algo de este señor.
ResponderEliminarPD: eres hermosa. Jiji.
Ya te he prometido varias veces que este año leeré "El tiempo que nos une". Éste que reseñas aquí también me parece muy atrayente. Quizá todavía no me he animado a ponerme con "El tiempo que nos une" precisamente por ese dolor que estoy segura rezuman sus páginas. Pero bueno, cumplo mis promesas y de este 2014 no pasa.
ResponderEliminarEl tiempo que nos une hay que leerlo en el momento indicado de cada uno. Y si lo empiezas y sientes que no es el momento, déjalo. Alejandro tiene algo especial y es que llega siempre en el momento que toca.
EliminarHola!
ResponderEliminarGracias a ti he descubierto este autor, y sinceramente tengo muchas ganas de leer algo suyo, así que me apunto este libro in dudas.
Un beso!
Pues eso, que lo quiero. Y que sepas que he pasado de puntillas por tu reseña por miedo a que se me desvele nada de la trama. Y ese que desde que leí el otro día Una madre, quiero leer todo lo que concierna a este autor. Para mí, todo un descubrimiento, ya que hasta entonces no había leído nada de él. Gracias por compartir tus impresiones con todos nosotros. Bsssss
ResponderEliminarYo también quiero leer Una madre ♥
EliminarTenía ganas de leer algo de Alejandro Palomas y con tu reseña me reafirmo. Me anoto el título.
ResponderEliminarUn beso!
Patri
Me encanta Alejandro Palomas y leeré el que acaba de publicar: Una madre. Este no lo tengo pero intentaré hacerme con él.
ResponderEliminarBesos
Hola! No conocía al autor pero por lo que cuentas podría gustarme así que me lo apunto. Besos!
ResponderEliminarPuf... realmente haces querer que alguien lea los libros de Alejandro Palomas. Hace unas semanas comencé a leer El tiempo que nos une, sin embargo, por cosas que ahora pasan en mi vida me obligué a aparcar su lectura. No me malinterpretes, me estaba encantando, pero no creo que se la lectura más acertada en estos momentos. Espero no tardar mucho leerla, de verdad. Esta también queda apuntada.
ResponderEliminarBesos,
Mel
Léelo cuando sea el momento. Yo empecé otro libro suyo hace tiempo, El alma del mundo, pero lo dejé por la misma razón. Algún día será el momento :)
EliminarNo me acaba de llamar aunque adoro Venecia :3 Un besin.
ResponderEliminarMe lo anoto :)
ResponderEliminarYo tengo ganas de leer a este autor porque tiene unas frases preciosas y muy profundas; además hay un amor bonito.
ResponderEliminar¡Besos!
¡Ay, pero que ganas de leerlo! No sé que haré, pero encontraré esos libros. Promesa de mitad de año.
ResponderEliminarA mí me ha gustado mucho Una madre. Me quedo por aquí. Es un blog precioso. Un abrazo.
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