La vida secreta de las abejas (Gina Prince-Bythewood)

"Las abejas tienen una vida secreta de la que no sabemos nada"

Muy pocas veces compro películas sin haberlas visto antes. Eso suele ser cosa de mi padre, quien disfruta del cine tanto o más que yo y que me ha enseñado muchas cosas sobre el séptimo arte. Pero, y esto no pasa muy a menudo, a veces soy yo quien le enseña cosas que él, por sí mismo, no hubiera descubierto nunca.

Unos grandes almacenes conocidísimos, mis padres y yo sumergidos en la sección de películas y unas ofertas difíciles de ignorar. El resultado: vuelta a casa con unos cuantos euros menos en la cartera pero con unas cuantas joyas más en la estantería: entre las mías, Juno (de la que espero poder hablar más adelante) y otra película de la que había escuchado hablar pero nunca que todavía tenía por ver: LA VIDA SECRETA DE LAS ABEJAS, de Gina Prince-Bythewood.

En pleno verano de 1964, cuando la gente de color era objeto de discriminación y la lucha por los derechos civiles se encontraba en pleno apogeo, Lily Owens (Dakota Fanning) decide alejarse de su casa y de su padre y dirigirse a Carolina del Sur junto con su niñera y amiga de color Roseleen (Jennifer Hudson) en busca de pistas sobre su madre, quien murió cuando Lily no era más que una niña dejando tras de sí unos cuantos secretos sin desvelar.

Lily se queda sorprendida al llegar a un pequeño pueblo y ver una Madonna negra (una Virgen María de color) en la etiqueta de un tarro de miel, la misma Madonna que se encuentra entre los pocos recuerdos tangibles que tiene de su madre. Dejándose llevar por la intuición llega al hogar de las hermanas Boatwright, una familia de apicultoras que viven en una excéntrica casa rosa a las afueras del pueblo.

Las tres hermanas Boatwright, a pesar de compartir nombres inspirados en los meses del año más calurosos y agradables, son muy diferentes entre sí:

August (Queen Latifah) es la mayor de las tres, se ocupa del negocio de la miel y no duda un instante en aceptar a Lily y Roseleen en su casa. August le enseña a Lily todo lo que necesita saber sobre la miel y las abejas, dejando muy claro que hay que darles amor para que ellas no te piquen. De esa manera llegamos a una de mis escenas preferidas de toda la película, en la que August descubre uno de los panales por primera vez para Lily y ésta, al ver que todas las abejas se le acercan, cierra los ojos, levanta la mirada al cielo y susurra con una gran sonrisa "Os quiero, os quiero, os quiero, os quiero...". Entonces, August señala hacia unas de las abejas y le dice "¿La ves? Es ésa, la Reina". Lily, en un gesto que me emocionó, se inclina haciendo una reverencia.

La siguiente hermana, y puede que uno de los personajes que más evoluciona en nuestra mente mientras vemos la película, es June (Alicia Keys), una profesora de música y violonchelista que se deja llevar demasiado por la razón y muy poco por los sentimientos. Desde el principio parece no aceptar a Lily y Roseleen en su vida, pero veremos como, con el paso de los días y de los hechos que van transcurriendo, se va abriendo poco a poco y se permite incluso sonreír.

Y por último, la que para mí es la más especial de las tres: May (Sophie Okonedo), quien lleva el peso del sufrimiento de los demás desde la muerte de su hermana gemela (April) cuando ambas eran niñas. Para mí es un personaje inolvidable que me hizo llorar de emoción en más de una escena. Me estremecí al entender su problema, explicado por August: "April y ella estaban conectadas de una manera especial. Si a April le dolía la boca, a May se le inflamaban las encías. Un día nuestro padre utilizó el cinturón con fuerza contra April y te juro que a May le salieron moratones en las piernas. Cuando nuestra hermana murió... el resto del mundo se convirtió en ella para May". Por lo tanto, cada vez que cualquier persona a su alrededor sufre, May siente el mismo dolor dentro de ella. Ha desarrollado tal empatía con el mundo que necesita algo para desahogarse: es por eso por lo que creó su propio muro de las lamentaciones, en el que se sienta y escribe sus penas en papelitos que después esconde entre sus piedras.

En este nuevo hogar Lily podrá por fin comprender que merece ser querida, al contrario de lo que ella cree debido a una gran culpa que carga a sus espaldas, y será capaz de volver a empezar de nuevo, con las dudas sobre su madre resueltas y una nueva familia que la acepta y la apoya en su sueño de convertirse en escritora.

Una buena dosis de miel, una banda sonora preciosa y unas actuaciones brillantes ponen el punto final necesario para que La vida secreta de las abejas se haya convertido en una de mis películas preferidas. No me cansaré de recomendarla y, si ocurre un milagro, lograré encontrar el libro en el que se basa y entonces, y sólo entonces, me quitaré esa espinita de haber visto la película sin haber leído el libro antes.

"Ahora soy la guardiana del muro de May... Sé que en el fin de los días, cuando todos los edificios caigan y dejen de existir, el muro seguirá así, igual que siempre "

Trailer en español y Trailer en inglés