Dash & Lily's Book of Dares (Rachel Cohn & David Levithan)

«I'm told there's no going back. So I'm choosing forward»

Hay novelas que han de ser leídas en ciertas épocas del año, y Dash & Lily's Book of Dares se tiene que leer en Navidad. O al menos en invierno, cuando el frío te cala los huesos y el ambiente navideño ya empieza a estar presente... o a disiparse. Aunque, si os soy sincera, las historias que salen del equipo Levithan-Cohn no tienen límites ni fecha de caducidad; crean personajes de los buenos, de los que podrías encontrarte caminando por la calle, con un sentido del humor brillante, contradicciones de lo más humanas y, sobre todo, ganas de aprender, sentir y vivir. Todo eso, sumado a la originalidad de la historia, hace que la historia de Dash y Lily pase de ser una simple historia de chico-conoce-a-chica a algo más, algo más especial, algo que es difícil de explicar. Lo mejor será, por lo tanto, que lo leáis.

Lily has left a red notebook full of challenges on a favorite bookstore shelf, waiting for just the right guy to come along and accept its dares. But is Dash that right guy? Or are Dash and Lily only destined to trade dares, dreams, and desires in the notebook they pass back and forth at locations across New York? Could their in-person selves possibly connect as well as their notebook versions? Or will they be a cosmic mismatch of disastrous proportions?

Como siempre digo al hablar de las novelas que Levithan escribe con otros escritores, lo que más disfruto son las voces narrativas. Al repartirse los protagonistas entre ambos autores, se crean dos voces diferentes, con personalidad propia, que destacan y contrastan entre ellas. Eso hace que el lector se crea más la historia, que pueda empatizar con los personajes y sus reflexiones. Mientras que Dash me deslumbró con su inteligencia y su sentido del humor, tan ácido y oscuro en algunas ocasiones, Lily me cautivó con su simpatía, su inocencia y sus ganas de vivir aventuras, a pesar del miedo que eso pueda dar. 

De este modo, son los personajes los que te llevan de la mano por toda la novela, sin casi esfuerzo, simplemente siendo ellos mismos y sincerándose ante el lector. Lo mágico de esta novela, creo, reside en el hecho de que no solo nosotros somos el lector, sino que los propios protagonistas son lectores de lo que escribe el otro. La primera parte de la novela consiste en Dash y Lily comunicándose a través de una Moleskine roja que van rellenando y dejando en diferentes sitios de Nueva York para que el otro la encuentre y, de ese modo, puedan seguir conociéndose.

I mean, what if love isn't a yes-or-no question? It's not either you're in love or you're not. I mean, aren't there different levels? And maybe these things, like words and expectations and whatever, don't go on top of the love. Maybe it's like a map, and they all have their own place, and then when you see it from the sky - whoa.

Pocos autores han conseguido hacerme reír sin poder evitarlo en el tren o en el metro, con las miradas extrañas de la gente a mi alrededor que eso comporta, y David Levithan es uno de ellos. Recuerdo empezar la novela en el tren camino a casa de mis padres, y tener que aguantar las carcajadas en los primeros capítulos debido a reflexiones de Dash o a situaciones vividas por Lily. Siempre he creído que, como escritor, es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar o sonreír, y por eso Levithan, ya sea en solitario o de la mano de otros autores maravillosos, siempre será de mis preferidos.

No os puedo contar nada más. Me gustaría hablar de esta novela durante horas, dar mi opinión sobre varios momentos muy especiales que la hacen mágica o simplemente reflexionar sobre algunos temas que se tratan, pero prefiero que lleguéis a ella sabiendo lo mínimo y dispuestos a disfrutar de una aventura por Nueva York de la mano de dos personajes maravillosos. Una historia divertida y navideña llena de sentido del humor, reflexiones sobre la amistad, las relaciones y la familia. Nunca me cansaré de recomendar a Levithan. De verdad.

We all just took the bookstore at its word, because if you couldn't trust a bookstore, what could you trust?