Una tarta de manzana llena de esperanza (Sarah Moore Fitzgerald)

«La paz construida sobre mentiras no es paz en absoluto»

Siempre es difícil decir algo sobre esas novelas que te han maravillado hasta el punto de no saber qué decir, porque sabes que digas lo que digas no conseguirás hacerles justicia. Una tarta de manzana llena de esperanza es una novela sencilla (que no simple) que esconde más de lo que muestra. ¿Sabéis la teoría del iceberg de Hemingway, que defiende que lo que el autor muestra en la obra es solo la punta del iceberg y que es el lector el que debe sumergirse para ver y entender todo lo que no se ha dicho? Pues ésta es la novela perfecta para ilustrar esta teoría.

Oscar Dunleavy, un chico con un brillo especial, bondadoso, generoso, inteligente y sobre todo optimista, tiene un secreto. Sabe preparar unas tartas de manzana «casi mágicas». Todos aquellos que las prueban se contagian inmediatamente de una gran alegría y felicidad. Pero un día Oscar desaparece, y todo el mundo asume que ha fallecido. Solo Meg, su mejor amiga, y Stevie, el hermano pequeño de Oscar, se niegan a aceptarlo. Juntos empiezan a investigar, decididos a descubrir qué le ha podido suceder, y en esta búsqueda épica, los tres chicos aprenderán una valiosa lección.

Es curioso que incluso la sinopsis refleje lo que es la novela en sí: letras aparentemente sencillas que esconden algo maravilloso en su interior. No puedo decir que lo que nos dice la sinopsis sea mentira, pero en cierto sentido, sobre todo una vez has terminado de leer la novela, te das cuenta de que esconde mucho más. Oscar desaparece, sí, y Meg y Stevie están seguros de que no está muerto, también. Pero la esencia de la historia no reside en la búsqueda del paradero de Oscar, sino los personajes mismos, en sus sentimientos, en los hechos que los han llevado hasta donde están.

La historia nos lleva del pasado al presente mediante las perspectivas de Meg y del propio Oscar. A través de sus ojos entendemos qué les ha llevado a estar como están en el presente de la historia, qué personas han conocido que han cambiado las cosas incluso sin que ellos mismos se dieran cuenta o cómo han cambiado las circunstancias de su amistad, que hace nada parecía ser para siempre. Las personas malas (que, por desgracia, siempre están ahí), la envidia, los deseos de venganza para sentirse bien con uno mismo (y la tristeza que ello comporta), las relaciones familiares y la distancia. Todo ello se mezcla de manera deliciosa como los ingredientes de una tarta de manzana llena de magia, amor  y esperanza. La novela en sí es, en cierta manera, como las tartas de Oscar: al terminar de leer podemos llegar a sentirnos diferentes, sabiendo que hemos entendido cosas que antes ni siquiera habíamos visto debido a su aparente sencillez.

—Verás, a menudo la gente no presta atención a las desgracias ajenas. El mundo es un lugar sin corazón, pero no siempre porque la gente no se preocupe por los demás. A veces es porque se sienten incómodos, porque no saben qué decir o sencillamente porque no son capaces de mirar a los ojos de una persona que sufre. Tu amigo Oscar inventó su solución particular a los problemas ajenos. En cuanto se encontraba con una desgracia, se aplicaba a fondo en la única tarea que le parecía adecuada para esas situaciones. Hacía una de sus deliciosas tartas de manzana.

Me gustaría ser capaz de explicar mejor qué me ha hecho sentir o qué podéis esperar de la novela, pero no me veo capaz. Puede que vosotros la leáis y no os diga nada, aunque seguramente eso se deba a que no habéis visto más allá. Es una de esas historias que te piden que colabores, que entiendas de qué te están hablando realmente, que comprendas que no todo es tan sencillo como parece.

Es casi como un cuento. Pero no hay que leerlo creyendo que se está leyendo la historia de cómo Oscar desapareció, sino como algo más: una historia sobre el miedo, la inseguridad, el engaño, la envidia, la maldad, el amor, la amistad, la familia y la esperanza. Cada personaje, en sus palabras o en sus actos, muestra el mundo entero, el interior del ser humano, situaciones por las que muchos de nosotros hemos pasado... Hay que saber abstraerse y ver más allá, lo que está pasando cuando parece que no está pasando nada. Ésa es la clave de todo.

Papá dice que la amabilidad es mágica. Parece algo dulce y suave visto desde fuera, dice, pero en su interior tiene poderes mágicos. Sé con seguridad que es absolutamente cierto.