Senderos (Mar Carrión)

«—He puesto en peligro todo lo que soy y todo lo 

que tengo por estar aquí contigo»

Después de MESES queriendo volver a leer una novela romántica, por fin vi Senderos en mi estantería y decidí que era el momento de leerlo. Que lo recomendara Mireia tuvo mucho que ver, aunque la historia de pronto me resultaba muy atrayente y el hecho de que la autora fuera española hizo que tomara, al fin, la decisión de cogerlo y sumergirme en sus páginas. Lo que no esperaba era una historia tan bien escrita que no me dejara salir de ella hasta que llegué a la última página.

La vida de Erin Mathews no es nada fácil. Tiene un padre tirano y egocéntrico que jamás les demostró ni a ella ni a su hermana una pizca de cariño y un trabajo que no odia, pero que tampoco es lo que ella había soñado.

El piloto Jesse James Gardner lo ha perdido todo, incluida la licencia de vuelo, que es su medio de subsistencia. El responsable es Wayne Mathews, el padre de Erin. Así que cuando Erin se presenta en su casa, no puede sino aprovechar la ocasión para tirar de los hilos y manejarla como una marioneta con el fin de descubrir la razón de su despido y la pérdida de su licencia.

Desde luego lo que ninguno de los dos espera es que sus senderos acaben cruzándose. ¿Qué es lo que está surgiendo entre ellos, aparte de la admiración por la integridad del otro? Jesse, no obstante, tiene que averiguar la verdad; tiene que presionar a Erin hasta confirmar que ella siempre ha estado al margen de lo que se cocía en la empresa de su padre y poder andar el camino de la mano de quien menos imaginó. Y es que la vida, a veces, te muestra senderos que jamás pensaste que recorrerías.

Uno de los aspectos que más he disfrutado de la novela es lo bien escrita que está; desde la construcción de los personajes hasta la maravillosa manera de escribir y narrar de Mar Carrión, quien ha conseguido que mi vuelta a la Romántica fuera por la puerta grande y con una gran sonrisa al terminar de leer la última página.

La evolución de los personajes a lo largo de la historia es innegable. Jesse y Erin hacen un trato del que ambos sacarán beneficios, aunque la opinión que tienen el uno del otro no es para nada positiva. Apenas se conocen, pero los prejuicios y todo lo que ha ocurrido entre Jesse y la empresa en la que trabaja Erin hace que no confíen el uno en el otro. Pero en Beaufort, el pueblo natal de Jesse, las cosas cambian, y poco a poco pueden conocer al otro tal y como es.

Erin no era muy hábil controlando sus emociones. Había pasado de considerarlo un hombre atractivo a sentir cierta fascinación hacia él, y eso era un error colosal que debía vigilar para que las cosas no se le fueran de las manos.

Precisamente es ese conflicto interior el que convierte a los dos protagonistas en personajes creíbles y que encajan perfectamente en el contexto de la historia. Jesse sabe que debe odiar a Erin porque su padre le ha destrozado la vida y ella, al ser hija suya, seguramente ha tenido algo que ver; sin embargo, no puede evitar sentirse atraído por ella, ya que Erin parece ser la mujer más inteligente, tierna y sincera que ha conocido jamás. En cuanto a Erin... Piensa que esta enamorada de otro otro hombre, pero el carácter de Jesse la vuelve loca. Ambos se atraen irremediablemente, aunque luchen contra ello. Sus senderos están destinados a cruzarse, quieran o no, y no es algo que estén dispuestos a admitir. Además, la relación que se ven obligados a fingir debido a su trato los acerca más y más delante de los demás, y Mar Carrión nos regala reflexiones de ambos protagonistas cargadas de miedos, inseguridades y posibilidades que ni siquiera se habían atrevido a tener en cuenta antes de conocerse bien.

Una vez él había sentido lo mismo, no hacía demasiado tiempo. Pero ahora tenía la sensación de que había envejecido de golpe y que su corazón se había vuelto de hierro, incapaz de volver a depositar su confianza en nadie.

Senderos es una novela romántica que profundiza en los sentimientos y miedos de ambos protagonistas mientras la historia avanza entre conversaciones, prejuicios que desaparecen y amor, mucho amor. He disfrutado muchísimo de mi vuelta al género, y solo me queda agradecer a Mar Carrión por su gran trabajo a la hora de construir personajes e historias, porque estoy segura de que ésta no será la última novela que lea suya.